El londinense hotel The Gregorian House transformó su decorado en el colegio de hechicería de Harry Potter y sus amigos. Muchos jóvenes, enganchados con el mundo de la saga, se han alojado allí, no en habitaciones, sino en «cámaras», rodeados de recipientes para hacer pociones, baúles de madera, algún que otro libro de hechizos y platos similares a los que probó el amado protagonista. Los dueños cobran hasta 375 euros por noche: ¡eso sí es pura magia!