ASUNCIÓN, diciembre 29.— Miles de campesinos del norte paraguayo que reanudaron este lunes sus protestas ante el incumplimiento gubernamental del pago de un subsidio por pérdida de sus cosechas, recibieron amenazas de uso de la fuerza por parte del Gobierno si continúan cerrando vías de acceso a las ciudades.
Los labriegos, que reclaman un acordado pago de subsidio gubernamental por pérdida de sus cosechas, recibieron la advertencia del viceministro de Seguridad Interna, Javier Ibarra, quien dijo tener pruebas de que entre los agricultores protestantes hay infiltrados buscando la desestabilización del Gobierno y advirtió que la fuerza pública actuará en cualquier momento, reportó PL.
La situación se agravó tras la interrupción del tránsito en carreteras de seis zonas de los departamentos norteños de San Pedro y Canindeyú y su posterior extensión a los departamentos de Caaguazú y Paraguarí por los indignados labriegos que siguen sin recibir el subsidio prometido por el Gobierno.
Estamos reorganizando nuestras fuerzas, y si siguen los cortes de ruta vamos a actuar, planteó Ibarra por primera vez desde que, de hace casi dos meses, los trabajadores rurales reclaman el pago finalmente prometido en reunión con el presidente Horacio Cartes, donde se acordó la entrega de 300 dólares a cada una de las 20 000 familias afectadas en los departamentos de San Pedro y Canindeyú.
Ese pago debió hacerse efectivo desde la pasada semana, pero a última hora el Ministerio de Agricultura objetó la lista de los beneficiarios del subsidio y anunció el comienzo de una revisión que mantiene en suspenso el desembolso.
Ante ello, los campesinos realizaron el pasado viernes durante diez horas el corte de la ruta III, que une a poblaciones de la zona con esta capital y otras ciudades, causando grandes embotellamientos e imposibilitando el paso del transporte de carga y todo tipo de vehículos.
Hicieron un alto en la protesta durante el fin de semana navideño y a partir de este lunes se reanudan las movilizaciones que envuelven a miles de labriegos y sus familiares, quienes aseguran que solo retornará la normalidad al comenzar a recibir los pagos.
Los trabajadores piden además la condonación de las deudas con entidades públicas y privadas provocadas por la fallida cosecha, y la creación de una instancia oficial destinada a ayudar al desarrollo económico y técnico de la agricultura familiar.