Decenas de miles de venezolanos conmemoraron el aniversario 55 de la rebelión cívico-militar. Autor: José M. Correa Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm
CARACAS.— «Lo que hoy estamos viendo es obra de la concepción política, la claridad, los principios de un hombre que levantó su liderazgo en base a la lealtad al pueblo. Hugo Chávez supo moldear en nosotros la idea de la patria, de un proyecto, de una moral».
Así señaló el vicepresidente ejecutivo, Nicolás Maduro, al intervenir en la masiva marcha y concentración en conmemoración de la rebelión cívico-militar del 23 de enero de 1958 que derrocó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Se refirió a la unidad monolítica del pueblo, el Gobierno y las Fuerzas Armadas alrededor del presidente Hugo Chávez Frías, la Revolución Bolivariana y el socialismo.
Maduro fue acompañado por el jefe del Parlamento, Diosdado Cabello. Ambos fueron rodeados, de pie, por ministros, gobernadores, diputados y viejos combatientes que lucharon contra el orden burgués durante los 40 años de la llamada IV República, que surgió tras el secuestro por la oligarquía de la rebelión del 23 de enero.
«La revolución popular bolivariana, la revolución de Chávez —reflexionó Maduro—, fue la que nos dio una democracia verdadera: la democracia popular, la libertad, la soberanía, la independencia, la dignidad, la inclusión, la igualdad; salud para todos, justicia social, trabajo, solidaridad».
La marcha y concentración fue protagonizada por decenas de miles de personas que desde tempranas horas comenzaron a congregarse en varios puntos de Caracas y avanzaron hacia la barriada 23 de Enero.
El Vicepresidente Ejecutivo informó que viajaría a La Habana para reunirse con el Jefe de Estado a fin de consultar y tomar decisiones sobre un grupo de cuestiones de gobierno.
Reiteró que en los últimos días el mandatario «ha logrado remontar la cuesta de un proceso postoperatorio muy duro, muy difícil, y ya va transitando el camino para una nueva etapa».
Según se anunció, el Vicepresidente Ejecutivo y el Canciller viajarán de La Habana a Santiago de Chile, para participar en la próxima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Los pueblos no pueden vivir sin memoria
Durante el acto de masas, la legendaria luchadora social Chela Vargas contó la experiencia de represión y muerte vivida en la barriada 23 de Enero entre 1958 y 1998, año este en que Hugo Chávez llegó al poder por vía electoral.
«En Chávez —dijo— el pueblo tiene un líder. Con él estamos seguros de que nunca más seremos traicionados. Es él quien supo construir esta patria que se nos mete por dentro, que se nos queda».
El veterano político y periodista José Vicente Rangel hizo un recuento de las luchas del pueblo venezolano por alcanzar la real independencia. Reflexionó sobre las lecciones históricas recientes y antiguas, la principal de las cuales, dijo, es el concepto de unidad y de poder.
«Debemos siempre tener por delante el sentido del poder». El 23 de enero de 1958 se derrocó una dictadura, pero las fuerzas revolucionarias no tuvieron claro esa premisa. Por eso «para Chávez lo fundamental en la política es el sentido del poder, para ponerlo en manos del pueblo».
«Los pueblos no pueden vivir sin memoria» y deben evaluarse los errores. Analizó que durante los eventos de 1958 se carecía de un movimiento coordinado, un programa de acción y un liderazgo aglutinador».
Hoy, sin embargo —señaló José Vicente Rangel— tenemos esas tres condiciones: un pueblo unido, un proyecto de país: el socialismo bolivariano, y a Hugo Chávez, «un líder monumental, humilde como el pueblo, valiente como el pueblo. Honesto».
Apuntó que en Venezuela «hoy se está haciendo la revolución que no se pudo hacer a partir del 23 de enero de 1958». No obstante —alertó—, la amenaza sigue en pie, la oligarquía continuará intentando torcer la historia.
Llamó al pueblo a estar alerta. «Ante la más leve sospecha, hay que salir a la calle e impedir que se consume un nuevo 11 de abril», dijo en referencia al fracasado golpe de Estado perpetrado en 2002 por la reacción local y mundial.
La derecha o el camino de la violencia
Sectores de la derecha, que días atrás llamaron a marcha el 23 de enero; y luego, ante la convocatoria revolucionaria, decidieron concentrarse al este de Caracas, también se manifestaron. Contrario al pronóstico de este propio redactor, fue una disminuida reunión en áreas deportivas del Parque Miranda.
Durante el evento —al que se le impidió acceder, de forma violenta, a reporteros de medios públicos— el conglomerado opositor Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó a acciones de calle en los próximos días.
En las últimas jornadas, en el país también ha estado circulando un documento firmado por representes de la reacción que busca alentar acciones de desestabilización, incluyendo coqueteos con las Fuerzas Armadas, en abierta violación a la institucionalidad del país (además de muy poco sentido común).
Este miércoles, durante la masiva concentración popular en el oeste, en la barriada 23 de Enero, el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro denunció la infiltración de grupos terroristas con la intención de atentar contra la vida de él, y del jefe del legislativo, Diosdado Cabello.
Uno de los propósitos sería crear la matriz de que los atentados fueron organizados por miembros del chavismo en una puja intestina por el poder. Los planes serían parte del actual guión de guerra psicológica que están aplicando contra Venezuela los poderes hegemónicos mundiales, entre cuyas variables ha estado una supuesta división a lo interno de las fuerzas revolucionarias.
En la mañana de ayer, el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, develó los planes. «Actores de la ultraderecha venezolana, en complicidad con actores de la ultraderecha en el exterior, se encuentran planificando un atentado contra el Vicepresidente Ejecutivo de la República y el Presidente de la Asamblea Nacional», denunció.
Las autoridades informaron que los cuerpos de inteligencia y demás instituciones de seguridad están activados.
Maduro anunció que en las próximas horas se tomarían acciones drásticas contra los perpetradores.