Damasco, La violencia y la tragedia envolvieron este domingo a las dos ciudades más populosas de Siria con saldo de 13 muertos y decenas de heridos en esta capital y en la urbe económica, Alepo, informa PL.
La televisión siria dedicó amplios espacios a la cobertura del atentado terrorista en Bab Touma (Puerta de Santo Tomás) en el barrio cristiano de esta urbe, donde una bomba colocada debajo de un auto, según las versiones, detonó en la mañana de este domingo, mató a 13 e hirió a 29 personas.
Aún en las primeras horas de la noche, decenas de sirios se congregaban en el lugar para expresar su repudio hacia estas acciones, cuya práctica se hace habitual cuando visita el país algún funcionario de la ONU en gestiones para alcanzar un arreglo político y pacífico de la crisis.
Cuando ocurrió el atentado, el enviado de la ONU, Lakhdar Brahimi, era recibido por el presidente de Siria, Bashar al-Assad, y entre otras cosas pedía un cese de las hostilidades por la fiesta musulmana de Aid al Adha (Sacrificio).
Algunos ciudadanos en declaraciones a la televisión local, coléricos e indignados, apoyaban una guerra sin cuartel contra las bandas armadas, al-Qaeda y todos aquellos que promueven la masacre de inocentes en el país.
El sentimiento de condena provenía de mujeres, hombres, jóvenes y pobladores en general, que repudian estos hechos y a quienes los cometen.
Más al norte, en Alepo, a 350 kilómetros de Damasco, la televisión nacional mostró los destrozos causados en la fachada y el interior del hospital Sirio-Francés, en la calle al-Zohour.
Muestras de rechazo a estas acciones eran escuchadas de comerciantes y vecinos, víctimas de las acciones de las bandas que las autoridades califican de terroristas.
Según entrevistados por la televisión, la guerra contra las bandas armadas y los terroristas debe ser sin cuartel, pues quieren provocar el caos pese a la voluntad del Gobierno por llegar a una mesa de diálogo entre sirios para una solución política de la crisis.