BRUSELAS, junio 25.— La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) discutirá este martes, a petición de Turquía, sobre el incidente en el que un avión militar turco fue derribado el viernes por fuerzas sirias, lo que amenaza con agravar el escenario de la crisis siria, en la que injieren potencias occidentales y sus aliados de la región.
Según indicaron a EFE fuentes diplomáticas, los embajadores de los 28 países miembros de la Alianza Atlántica evaluarán la situación a la luz de la información disponible y se espera que den su apoyo al aliado turco.
Sin embargo, Turquía no ha pedido por ahora medidas concretas, aparte de solicitar estas consultas según el artículo 4 del Tratado de la OTAN, aseguraron las fuentes.
Ese artículo establece que los miembros de la Alianza celebrarán consultas cuando uno de ellos crea que su seguridad, integridad territorial o independencia política, están amenazadas.
Las autoridades turcas presentarán en la reunión de la OTAN su versión del incidente, según la cual el avión de caza F-4 fue derribado en espacio aéreo internacional.
Sin embargo, Siria explicó que la nave se encontraba ilegalmente en espacio aéreo sirio, a baja altura, y por tanto, su respuesta fue «una acción defensiva y soberana», según declaraciones del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores sirio, Jihad Makdisi.
«Lo que sucedió fue una flagrante y clara violación de la soberanía siria según el derecho internacional, y esto está confirmado y demostrado por los hechos, por la información que tenemos y las declaraciones de Turquía que reconocieron la existencia de una violación de las aguas territoriales y del espacio aéreo de Siria, independientemente de las intenciones del avión, ya sea de reconocimiento o de entrenamiento», dijo Makdisi en conferencia de prensa.
Según la agencia estatal SANA, el portavoz explicó que si el avión estuviera en espacio aéreo internacional, «habríamos empleado misiles y no ametralladoras antiaéreas cuyo alcance máximo es de 2,5 km, todo esto confirma que la alegación de que el avión fue derribado fuera del espacio aéreo de las aguas territoriales sirias es falsa», añadió.
En cuanto a la reunión de la OTAN, Makdisi manifestó que ese conclave debería celebrarse para afianzar la seguridad y la estabilidad; sin embargo, si lleva un carácter hostil, «le decimos que el suelo, las aguas y el espacio aéreo de Siria son sagrados para el Ejército sirio».
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia urgió a la OTAN a no usar la solicitud de Turquía para escalar la tensión en torno a Siria, según declaraciones del vicecanciller Alexander Gushko a la agencia de noticias RIA Novosti.
«El hecho de que Turquía se dirigió al Consejo de la OTAN para discutir el derribo de un avión turco el pasado viernes es una señal muy preocupante de la posibilidad de que haya una escalada militar en Siria», señaló.
Turquía, aliado de Estados Unidos, cortó sus relaciones con el Gobierno sirio de Bashar Al-Assad cuando se intensificó la crisis política en ese país, y se sumó a la campaña internacional contra su vecino.
Ahora da refugio al Ejército Libre Sirio —una banda paramilitar que se enfrenta a Damasco— en su frontera con Siria.
Ankara ha planteado la posibilidad de establecer lo que en consonancia con las potencias occidentales denomina «refugio seguro» o «corredor humanitario» en la nación vecina, lo que supondría una intervención militar directa, pero ha dicho que no emprenderá ninguna acción sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
En abril Turquía denunció un ataque de tropas sirias contra lo que denominó un campamento de refugiados sirios en su territorio, pero la acción de Damasco era en respuesta a un ataque emprendido por un grupo armado a un puesto de control fronterizo desde el territorio vecino.
Entonces, Erdogan aseguró que podría invocar el artículo Cinco de la OTAN para «proteger» su frontera con Siria. Ese apartado establece que un ataque a uno de sus miembros constituye un ataque al resto de la membresía y debe ser respondido con las armas.