Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Tribuna de reafirmación y exigencia

Millones de ciudadanos se manifestaron en todo el mundo este Primero de Mayo

Autor:

René Tamayo León

Nuevas nacionalizaciones en beneficio de la clase obrera, numerosas marchas en protesta por la crisis que azota a los más desfavorecidos, y no pocos actos de represión marcaron las celebraciones alrededor del mundo en el Día Internacional de los Trabajadores.

En Bolivia, en homenaje a la fecha, el presidente Evo Morales anunció la nacionalización de la Empresa Transportadora de Electricidad del grupo Red Eléctrica de España, que controla el 74 por ciento del mercado local de transporte de energía.

Al hacer el anuncio en el Palacio Quemado, de La Paz, Evo reafirmó que su Gobierno continúa empeñado en la expropiación de empresas administradas por extranjeros, seis años después de que comenzara con la nacionalización de los hidrocarburos, recordó DPA.

Los obreros bolivianos también salieron a celebrar el Día del Trabajo amparados por primera vez en un proyecto de ley que reconoce sus derechos y establece una jornada de homenaje, reportó PL.

Mientras, en EE.UU., activistas del movimiento pacifista Ocupa Wall Street (OWS) tomaban las calles de las principales urbes con motivos bien distintos.

En Nueva York, unas 500 personas se reunieron cerca del distrito financiero de Wall Street, sitio donde emergió el movimiento el 17 de septiembre de 2011, para protestar contra las grandes corporaciones financieras y la desigualdad social.

Según describió PL, otros grupos, escoltados por decenas de policías a pie y en moto, realizaron concentraciones en Manhattan, con pancartas que llamaban a una huelga general. En San Francisco, California y Chicago, los manifestantes se congregaron llamando a una jornada «sin el 99 por ciento», en referencia al eslogan que contrapone al uno por ciento más rico al resto de la población.

Miles de obreros chilenos marcharon, en tanto, en Santiago, en respuesta al llamado de la Central Unida de Trabajadores (CUT) — principal sindicato del país—, manifestación que culminó con grandes represiones policiales que dejaron varios detenidos.

Los actos se iniciaron en la céntrica Estación Central, desde donde las columnas de 8 000 trabajadores marcharon pacíficamente junto a estudiantes en medio de bailes y música. Con banderas y carteles en demanda de mejoras laborales y salariales, los movilizados también abogaban por la unidad social como único camino para avanzar hacia un gobierno de nuevo tipo, con verdadera justicia.

Las centrales obreras de Brasil reunieron a miles de personas que saludaron las advertencias lanzadas por la presidenta Dilma Rousseff contra la corrupción, la banca privada y en favor de la reducción de impuestos.

Entretanto, los trabajadores paraguayos rechazaron leyes del Parlamento que consideran lesivas a sus intereses, como la que regula el funcionamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas.

Como respuesta a los reclamos de organizaciones sindicales, el presidente de Perú, Ollanta Humala, ratificó durante las conmemoraciones el compromiso de hacer que los trabajadores tengan empleo digno y salario justo.

En Europa, miles de trabajadores se movilizaron contra las políticas de recortes, que buscan enfrentar la crisis financiera en la zona.

En España, las manifestaciones convocadas por las dos grandes centrales sindicales, Comisiones Obreras (CC.OO.) y Unión General de los Trabajadores (UGT), se pronunciaron bajo el llamado «Quieren acabar con todo», en referencia a lo que los trabajadores consideran un ataque frontal del Gobierno conservador de Mariano Rajoy al bienestar de los ciudadanos, indicó Telesur.

En Grecia, los principales sindicatos salieron a las calles en grandes movilizaciones que reivindicaron la negativa de ese sector a los drásticos recortes impuestos por el Gobierno heleno.

También las calles de Lisboa, la capital portuguesa, y otras ciudades de esa nación, se vieron inundadas de decenas de miles de trabajadores, cuando se implementan duras medidas de austeridad que han profundizado la recesión e impulsado el desempleo al 15 por ciento, su máximo nivel.

Las más importantes sindicales obreras desfilaron en toda Italia y exigieron al ejecutivo del primer ministro Mario Monti cambiar su política, bajar los impuestos y reactivar el crecimiento económico sin afectar a las masas.

De igual manera, la clase obrera de países como Francia, Rusia, República Checa, Bulgaria y Eslovaquia, entre otros, también desfiló en esta jornada contra las reformas gubernamentales en sus países.

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