NUEVA DELHI, febrero 22.— A pesar de la crisis entre Estados Unidos y Paquistán, Washington presiona a la nación asiática para que le permita establecer bases en la suroccidental provincia de Baluchistán, fronteriza con Irán, a fin de reunir información de inteligencia sobre la nación persa, reportó PL.
De acuerdo con un reporte publicado este miércoles por la versión digital del diario The Times of India, el Congreso estadounidense ha estado discutiendo una resolución sobre la secesión de aquel territorio paquistaní para ubicar sus enclaves.
Baluchistán es un importante bastión de la insurgencia talibán y frecuente escenario de incidentes violentos desde un levantamiento contra el Gobierno en 2004 para exigir autonomía política y mayor participación de los beneficios de los recursos de la región, rica en minerales, petróleo y gas.
A fines de la semana anterior, la congresista Dana Rohrabacher presentó ante la Cámara de Representantes de EE.UU. una resolución que aboga por la libre determinación de ese territorio.
La propuesta levantó una inmediata oleada de irritación en Paquistán, cuyos principales dirigentes la repudiaron rotundamente.
El pasado lunes, la cancillería entregó al encargado de Negocios de la Embajada estadounidense, Richard Hoagland, una «enérgica protesta» por la iniciativa, a la que calificaron como «una violación absoluta de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional».
En cuanto a Irán, la postura paquistaní quedó claramente sentada. Hace unos días, el presidente Asif Ali Zardari le comunicó a su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadinejad, que su país no pondría sus bases aéreas a disposición de Washington si este decide agredir al Estado persa.
Los dos dignatarios celebraron la semana pasada en Islamabad una cumbre junto a su colega de Afganistán, Hamid Karzai, a fin de conjugar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y a favor de la cooperación trilateral en diversos campos.
En una entrevista aparte con Ahmadinejad, Zardari enfatizó que Paquistán e Irán se necesitan mutuamente y que ninguna presión extranjera podrá entorpecer las relaciones bilaterales.