El Comité preparatorio de la conferencia para un Tratado sobre el Comercio de Armas inicia mañana en Naciones Unidas una reunión de una semana, la última antes del cónclave previsto para julio próximo.
La realización de un foro que abra las puertas hacia la concertación de un instrumento internacional sobre esa materia fue decidida hace dos años por la Asamblea General a través de una resolución.
El objetivo es contar con un convenio jurídicamente vinculante sobre la importación, exportación y transferencia de armas convencionales que propicie un equilibrio en beneficio de todos.
Ese pacto permitiría hacer frente a los problemas relacionados con el comercio no regulado de armas convencionales y su desviación al mercado ilícito, según los expertos que laboran en su negociación.
Entre esos inconvenientes, la Asamblea General mencionó la inestabilidad, la delincuencia organizada transnacional y el terrorismo, todo lo cual demanda la adopción de medidas en el plano internacional.
La resolución sobre la conferencia para el Tratado reconoce el derecho de los Estados a fabricar, importar, exportar, transferir y poseer armas convencionales para su legítima defensa y sus necesidades de seguridad, así como para participar en operaciones de apoyo a la paz. Y también de regular las transferencias internas de armas y la propiedad nacional, incluso mediante garantías constitucionales relativas a la propiedad privada exclusivamente dentro de su territorio.
La necesidad del instrumento en esa materia está justificada, además, por la actual ausencia de normas internacionales establecidas de mutuo acuerdo para la transferencia de armas convencionales.