Todavía hay cientos de desaparecidos, pero los equipos de rescate no han perdido las esperanza de recuperar a personas con vida bajo los escombros. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
Los muertos por el devastador sismo en Nueva Zelanda sobrepasaron la cifra de 100, mientras las destrucciones causadas tienen un costo estimado en más de siete mil millones de dólares, reporta PL.
Según Russell Gibson, jefe de los equipos de rescate, el número de víctimas mortales llegó a 113 pero aún permanecen atrapados entre los escombros otras 120 personas.
El edificio de la televisión local en Christchurch, arrasada por el terremoto de 6,3 grados del martes, quedó totalmente destruído y se estima que los atrapados allí pueden ser rescatados.
Así lo expresaron especialistas de brigadas de rescate de China, Estados Unidos y Reino Unido que participan en las labores de auxilio de la mencionada ciudad de casi 400 mil habitantes.
No obstante, las autoridades neozelandesas mantienen el número de desaparecidos en 226 y el decreto de toque de queda a nivel de Christchurch, ubicada a solo cuatro kilómetros del violento temblor que todavía produce réplicas.
El ministro neozelandés de Asuntois Exteriores, Murray McCully, destacó el aporte de los equipos internacionales a las tareas de búsqueda y rescate y anunció que se evalúan otras ofertas de cooperación.
Mientras, expertos económicos calculan los daños causados en cerca de siete mil 500 millones de dólares pero la Cámara de Comercio de Christchurch estimó que la cifra puede quedar por debajo de la realidad.
La infraestructura de la segunda ciudad de Nueva Zelanda quedó seriamente afectada ante los efectos del cercano epicentro del temblor debido a la licuefacción de la tierra.
Expertos señalaron que tal efecto provoca la fractura de la superficie terrestre y el hundimiento de terrenos y, por supuesto, de las edificaciones.
Nueva Zelanda es uno de los países más afectados por movimientos telúricos, de los cuales se producen unos 14 mil anualmente con una intensidad promedio inferiores a los cinco grados en la escala de Richter.