Las delegaciones lucieron sus mejores galas durante la inauguración de la cita juvenil. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:04 pm
PRETORIA, Sudáfrica.— El líder de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz exhortó a los jóvenes progresistas que asisten al XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes a preocuparse en sus debates por el destino que tuvieron las armas nucleares que el gobierno de Estados Unidos, como prueba de su total falta de escrúpulos, entregó al régimen del apartheid.
Sus palabras vibraron en la voz de Jesús Mora, representante de la UJC en la secretaría general de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas. Mora dio lectura a un mensaje de Fidel a los delegados a esa cita durante la apertura del gran encuentro internacional, en la tarde de este lunes, ante una multitud de más de 15 000 jóvenes de diferentes nacionalidades.
Las palabras de Fidel tuvieron una gran acogida en el Lucas Masterpieces Moripe Stadium, con la lluvia de aplausos que se escuchó desde las gradas y los vivas enérgicos dedicados al Comandante y a Cuba.
Rostros diversos estremecieron aquel escenario en el que se denunciaba ante el mundo que esas mismas armas, sobre las cuales aún se desconoce su paradero, los racistas estuvieron a punto de usarlas contra las tropas cubanas y angolanas, que después de la victoria de Cuito Cuanavale avanzaban en la dirección Sur, donde el mando cubano, sospechando ese peligro, adoptó las medidas y tácticas pertinentes que le daban el dominio total del aire.
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, quien presidió el acto, expresó el orgullo de su nación por ser la primera de África subsahariana en la que se realiza un evento de esta índole, y patentizó su confianza en que los jóvenes solucionarán los principales problemas que tiene el mundo actual.
También se refirió a la necesidad de que se cumplan las Metas del Milenio, y que se les garantice a los jóvenes la educación para que puedan convertirse en la fuerza impulsora del desarrollo económico de sus países.
Tiago Vieira, presidente del Comité Organizador Internacional, aseguró que este «teatro de sueños» no dejará caer la tradición y las expectativas que los jóvenes han puesto en él.
Comentó que el ejemplo de Mandela, quien nunca dejó su lucha a pesar de las persecuciones y una larga prisión, es una inspiración para los jóvenes del mundo. Por ello, dijo, no es casual que el Festival esté dedicado a Fidel y al líder sudafricano. «En ellos encontramos la persistencia y la determinación de los verdaderos revolucionarios», aseguró.
Vieira anunció que en el encuentro se expondrá la causa de los cinco luchadores antiterroristas cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos por proteger a su patria de los criminales radicados en Miami; y se condenará el bloqueo económico comercial y financiero impuesto por Washington a la Mayor de las Antillas.
La solidaridad también llegará al pueblo del Sahara Occidental (la última colonia en África) y Palestina, al tiempo que se denunciará las maniobras imperialistas de EE.UU. contra la República Popular Democrática de Corea.
El presidente de la Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano, Julius Malema, denunció la política hostil de EE.UU contra nuestro país y emplazó al presidente Barack Obama a acabar con ese cerco.
En esta gala inaugural, que se extendió desde la tarde hasta la noche del lunes, desfilaron varios países encabezados por la República Popular Democrática de Corea. En ella fascinaron la multiplicidad de colores, los trajes típicos de las diversas nacionalidades, los turbantes, y los carteles a gran tamaño que decoraron este espacio en el que resaltaban las figuras de dos grandes de la historia contemporánea: Fidel y Mandela.
Antes de que el presidente Zuma tomara la palabra, todos los delegados del mundo pudieron disfrutar de tres helicópteros que sobrevolaron el estadio con una bandera sudafricana y de impresionantes maniobras militares aéreas.
La representación multinacional cubana vibró con banderas que flotaron con fuerza, así como gigantografías alegóricas a Fidel, al Che y a los Cinco Héroes presos injustamente en cárceles norteamericanas desde hace más de 12 años.
Los que allí estaban pudieron disfrutar de coros gigantes, de los ritmos y bailes folclóricos que develan la historia ancestral de esta tierra y hasta de sus danzas modernas que igualmente contagian con el movimiento sensual y despampanante del cuerpo.