Familias enteras se sumaron a las protestas que volvieron a sacudir el país galo. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
PARIS, octubre 2.— Centenares de miles de personas se manifestaron este sábado en París y otras ciudades francesas, en la tercera jornada de protestas en menos de un mes contra la reforma de las jubilaciones decidida por el Gobierno de Nicolas Sarkozy, reportó ANSA.
La movilización fue organizada por las dos principales centrales sindicales del país, la Confederación General de los Trabajadores (CGT) y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT).
Los medios locales informaron de unas 229 manifestaciones repartidas por todo el país, de Niza a Lila, pasando por Tolosa, Lyon y Estrasburgo, y la principal en París, en la que participaron 300 000 personas, según los organizadores.
La secretaria nacional del Partido Socialista (PS), Martine Aubry, y la líder de los Verdes (ecologistas), Cecile Duflot, desfilaron con la marcha de la Plaza de la República a la Plaza de la Nación, detrás de un cartel con la consigna «jubilaciones, empleo, sueldos, es la apuesta en juego para la sociedad».
Bernard Thibault, secretario de la CGT, aseguró a la prensa al comienzo de la manifestación, que el objetivo ha sido ampliamente logrado: «es la prueba de que el descontento popular se está difundiendo y amplificando entre los trabajadores».
«Esta jornada de protesta contribuye a ensanchar nuestro movimiento, con un público de nuevos participantes», indicó Thibault, en vistas de que por primera vez se sumaron a las protestas algunas importantes organizaciones estudiantiles.
La amplitud de la protesta no pareció hacer mella, sin embargo, en la intransigencia del Gobierno francés, que sigue decidido a no enmendar su plan de reforma, que estima crucial para conseguir el equilibrio de las cuentas públicas.
Sin embargo, un sondeo de la empresa demoscópica CSA, publicado este sábado por el diario comunista L’Humanité, indica que casi siete de cada diez franceses apoyan la protesta organizada por los sindicatos.
La reforma, que ya ha sido aprobada por la Cámara de Diputados, será debatida en el Senado a partir del martes próximo, y aunque el Gobierno se ha mostrado dispuesto a ajustar algunos de sus términos, ha dejado en claro que no cambiará lo esencial.
La crisis económica y la necesidad de recortar gastos son argumentos expuestos por los políticos que defienden las medidas, no solo en Francia, sino en toda Europa. El Viejo Continente es sacudido por los reajustes económicos, pero también por el sonado descontento popular, en vista de que los más perjudicados son los menos favorecidos en cada una de las naciones.