Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
El debate televisivo como conclusión de la propaganda electoral ratificó el pronóstico de que la candidata del Partido de los Trabajadores (PT, en el Gobierno), Dilma Rousseff, puede ganar los comicios generales del domingo venidero, informa PL.
Serena y con respuestas adecuadas, la aspirante petista logró destruir la estrategia de la oposición de verla errática, nerviosa e insegura en el debate televisivo más importante y con mayor audiencia antes de la primera ronda de las elecciones generales del próximo día 3.
Aunque la confrontación entre los cuatro principales candidatos al Palacio de Planalto para el período 2011-2014 resultó tibia y sin enfrentamientos directos entre ellos, Dilma destruyó el objetivo de la oposición de quitarle votos en este debate y conseguir así un segundo turno, o al menos, una derrota menos aplastante.
Para los analistas políticos brasileños, una victoria de la aspirante del PT en la primera ronda constituye un duro revés para la oposición, algo ni siquiera conseguido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ni en 2002 ni en 2006, pese a su alta popularidad y elevada aceptación de la gestión de su gobierno.
Sin embargo, cuatro años después de ser reelecto, Lula pudo transferirle a la candidata de su partido ese casi 80 por ciento de su exitoso desempeño, de acuerdo con la evaluación de los brasileños, al punto que muy pocos aquí dudan del triunfo de Dilma el domingo y convertirse así en la primera presidenta de Brasil.
Los aspirantes José Serra, por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Marina Silva, por el Partido Verde (PV), y Plinio de Arruda Sampaio, por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), resultaron los demás asistentes al debate televisivo, con el cual concluyó la campaña electoral para el primer turno.
Serra, el principal opositor de Dilma, estuvo lejos de su mejor forma y más dedicado a pedir votos para obligar un segundo turno y a criticar la gestión de Lula que a confrontar al resto de los candidatos con sus propuesta de Gobierno, en caso de llegar al Palacio de Planalto.
De acuerdo con los resultados de todas las encuestas, la aspirante petista marcha al frente de la preferencia de los electores con entre 47 y 50 por ciento de la intención de voto, bien distante de los entre 25 y 28 de Serra, y de 13-14 de Marina. Plinio no alcanza ni el uno por ciento.
Para ganar un comicio en Brasil se requiere obtener mayoría simple, es decir el 50 por ciento más uno de los votos válidos emitidos. La concurrencia a las urnas es obligatoria en este inmenso país, donde cerca de 135 millones 500 mil personas están habilitadas para ejercer ese derecho.
Ellos deberán seleccionar al nuevo presidente de Brasil, a los 27 gobernadores (de los 26 estados y el Distrito Federal), a dos tercios de los parlamentarios del Congreso Nacional, y a los integrantes de las Asambleas Legislativas estaduales y la de la capital brasileña.
Para disputar esos cargos se inscribieron 22 mil 570 candidatos, de ellos nueve para optar por el Palacio de Planalto (sede del gobierno), 171 para gobernadores, 273 para senadores, seis mil 36 para diputados federales y 15 mil 280 para legisladores estaduales y del Distrito Federal.