MANAGUA, junio 11.— Nicaragua dispone de una capacidad instalada de mil 100 megavatios de generación eléctrica, tras la inauguración de la central Solidaridad, construida con el apoyo de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
La moderna instalación, de 54 MW de capacidad, fue inaugurada anoche por el presidente Daniel Ortega en el municipio de Nagarote, en el departamento de León, a unos 45 kilómetros al oeste de esta capital.
Solidaridad dispone de 32 motores de 1,7 MW de potencia cada uno, alimentados con bunker, suministrados por la firma sudcoreana Hyundai.
En virtud de los acuerdos adoptados en el ALBA, especialistas cubanos elaboraron el proyecto de la nueva central y, posteriormente, brindaron asesoría técnica para la ejecución, el montaje, la puesta en marcha y los trabajos de mantenimiento, así como en la capacitación y adiestramiento de los técnicos y trabajadores nicaragüenses que la dirigen y operan.
En palabras pronunciadas en el acto de inauguración, al que asistieron los 115 trabajadores de la central y centenares de vecinos de Nagarote, el mandatario sandinista destacó la importancia de la incorporación de esta nueva instalación al sistema eléctrico nacional y resaltó el apoyo solidario de Venezuela y Cuba.
Ortega enumeró las numerosas centrales que funcionan en el país y afirmó que, en la actualidad, se dispone de una capacidad instalada para generar mil 100 megavatios, lo que, de hecho, deja atrás la etapa en que cada día se registraban largos cortes eléctricos por déficit de generación.
El programa Cero Apagones que impulsa el gobierno sandinista incluye otras cuatro centrales construidas con un esquema similar a la Solidaridad, que ya funcionan en León, Masaya, Tipitapa y Managua, mientras está en fase de montaje otra en Puerto Sandino, en la costa del Pacífico.
Al respecto, Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, recordó posteriormente, en declaraciones a la prensa, que cuando estaban en campaña para las elecciones de noviembre de 2006, con frecuencia recorrían a oscuras las calles de Managua y otras ciudades como consecuencia de los frecuentes apagones, pues el sistema energético estaba totalmente colapsado.
Tanto Ortega como Murillo destacaron los avances logrados e insistieron en la necesidad de diversificar las fuentes de generación eléctrica y priorizar las alternativas para reducir la dependencia del petróleo y sus derivados.