Logo del Foro Social Mundial Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
El décimo encuentro del Foro Social Mundial (FSM) comienza este lunes en Porto Alegre, capital del estado brasileño de Río Grande do Sul, con la participación de cerca de 30 mil delegados.
Reunidos bajo la consigna «10 años después: desafíos y propuesta para otro mundo posible», los asistentes al evento, que se extenderá hasta el viernes 29 de enero, tendrán la oportunidad de discutir en distintos espacios sobre la situación actual de la economía y política internacionales y sobre el medio ambiente.
La cita será también aprovechada por la Prefectura de Porto Alegre para organizar una recaudación de donativos destinada a las víctimas del terremoto acontecido en Haití el 12 de enero.
En declaraciones a la Agencia Brasil, el empresario Oded Grajew, considerado el padre del FSM, estimó vigente la propuesta de otro mundo es posible, formulada en oposición al avance del neoliberalismo, representado en el Foro Económico de Davos.
Agregó que en diez años el organismo consiguió transformar ideas en políticas públicas y presentar estrategias para que varias naciones solucionaran sus crisis financieras.
«Otro mundo posible se vuelve cada vez más urgente. La cuestión ambiental es una amenaza. Tenemos que tener otro modelo de producción, de consumo y otra relación con la naturaleza», señaló Grajew.
Por su parte, Candido Grzybowski, también fundador del FSM, afirmó que esta reunión ya cumplió la función de hacer relevante la necesidad de cambiar la cultura política y económica preponderante, y «ahora tiene que definir qué mundo posible reclama».
Con el propósito de servir de tribuna a los activistas del mundo que abogan por un orden social más justo, en 2001 se celebró el primer encuentro del FSM en la ciudad de Porto Alegre, donde se han desarrollado otros tres a lo largo de la presente década.
La última edición, en 2009, tuvo lugar en Belem, capital del estado brasileño de Pará, y contó con la participación de 130 mil delegados y de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; y de Ecuador, Rafael Correa.
En esa ocasión, los mandatarios latinoamericanos presentes criticaron las instituciones financieras internacionales y la lógica del mercado y de los países más industrializados.