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Testigo presencial de cómo el presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya arriesgó su vida tratando de aterrizar en Tegucigalpa, el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, el padre Miguel D´Escoto, aseguró a la prensa que la lucha continúa.
El máximo representante de Naciones Unidas viajó desde Nueva York con Zelaya en el avión que intentó ingresar en el aeropuerto internacional de Toncontín, lo cual impidieron los militares colocando obstáculos en la pista de aterrizaje.
Mientras, en las afueras de la Terminal, el ejército disparaba contra el pueblo que se manifestaba pacíficamente, ocasionado más de una treintena de heridos y al menos dos muertos, entre ellos un adolescente totalmente desarmado.
«La comunidad internacional ha condenado esta actitud de los golpistas y sin embargo se mantienen empecinados», aseguró D´Escoto a la prensa en el aeropuerto de Managua, donde el avión que lo conducía a él y a Zelaya hizo escala antes de seguir viaje a El Salvador.
«Era muy importante que el presidente Manuel Zelaya demostrara al pueblo que él está haciendo todo lo posible por aterrizar», aseguró el presidente de Naciones Unidas.
«El pueblo hizo todo lo posible por romper las barreras pero lo masacraron. No obstante, seguimos en pie de lucha», dijo.
Interrogado sobre cuáles serán sus próximos pasos, D´Escoto aseguró: «mi obligación es mantener a las naciones del mundo informadas, y por eso me regreso inmediatamente a Nueva York a cumplir con esa misión».
