ROMA, febrero 18.— El renunciante secretario del Partido Democrático (PD, centroizquierda), principal fuerza de oposición al gobierno derechista de Silvio Berlusconi, Walter Veltroni, admitió el miércoles el fracaso de su liderazgo y abrió una crisis interna en el partido cuya solución no está a la vista.
«No logré construir el partido que soñaba y que soñaban conmigo los tres millones y medio de ciudadanos que votaron en las primarias (...), y pido perdón por ello», dijo Veltroni, citado por ANSA, al día siguiente de su renuncia a la secretaría del PD.
Veltroni había llegado al liderazgo del PD en octubre de 2007, a través de elecciones internas en el partido, y desde entonces acumuló varias derrotas significativas: él mismo fue batido por Berlusconi en las elecciones de abril de 2008, y su partido perdió una serie de bastiones, incluida la alcaldía de Roma, que él mismo había conquistado en dos elecciones sucesivas.
La última derrota fue la del fin de semana pasado, cuando en las elecciones regionales en la isla de Cerdeña, el candidato del PD y presidente regional saliente, Renato Soru, con fama de político responsable, fue desplazado por el candidato escogido por Berlusconi, Ugo Cappellacci, con una diferencia de casi nueve por ciento.
Pero la renuncia de Veltroni no apunta solo a lo que él mismo describió como un fracaso personal, sino también a la crisis del PD, nacido como fusión de la parte mayoritaria del ex Partido Comunista Italiano y de la izquierda de la ex Democracia Cristiana, con el aporte de fuerzas menores como los radicales o los ambientalistas.
El caso de Italia, a diferencia de España y Gran Bretaña, donde la crisis económica induce a los electores a hacer al gobierno blanco de sus críticas, es atípico, toda vez que pese a la agudización de la crisis, los votantes han seguido apostando por el Pueblo de la Libertad, la formación política que lidera el multimillonario Berlusconi.