Quintana (derecha) junto al ministro Andrés Izarra en la Conferencia Internacional Revolución e Intervención en América Latina. Foto: Luis Laya WASHINGTON, noviembre 15.— Los jefes de Estado y de Gobierno y los cinco altos representantes de organismos internacionales reunidos este sábado en Washington en la cumbre del G-20 acordaron comprometerse a dar los pasos para definir una nueva estructura financiera mundial que incluya mayor supervisión y coordinación internacional, dijo la agencia DPA.
En una larga declaración final los países industrializados y emergentes que fueron invitados por el mandatario saliente de Estados Unidos, George W. Bush, afirmaron que deben «sentar las bases para una reforma que tenga por efecto que una crisis global como la actual no pueda repetirse».
La crisis actual, cuyo origen está precisamente en Estados Unidos, es atribuida por el documento a que «políticos e instancias de supervisión en algunos países desarrollados no evaluaron correctamente los riesgos originados en los mercados financieros». Además, se afirma que los mecanismos de control no estuvieron a la par de las innovaciones de los mercados financieros.
Sin embargo, los países participantes se declaran expresamente a favor de los principios del libre mercado, el llamado comercio libre y los mercados financieros regulados, añadió DPA, y hasta Bush dijo que las principales economías del mundo también «echarán una nueva mirada a las normas que rigen la manipulación y el fraude en el mercado», reportó AP.
A corto plazo, los jefes de Estado y de Gobierno encargaron a sus ministros de Finanzas que presenten antes del 31 de marzo de 2009 cerca de medio centenar de propuestas concretas que serán debatidas en una nueva reunión al más alto nivel que se celebrará antes de fines de abril.
Entre esas medidas estarían revisar los mandatos y formas de gobierno de las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Sorprendentemente, el presidente del BM, Robert Zoellick, dijo que «la crisis financiera no será resuelta si las naciones más pobres son dejadas de lado», según lo citó AFP.
Mientras estos jefes de Estado y de organismos internacionales se reunían, en las calles de Washington, Madrid y Yakarta se producían protestas contra el capitalismo, las políticas neoliberales, las actuaciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y los países poderosos causantes de la crisis económica.