El jefe militar Laurent Nkunda. Foto: AFP GOMA, República Democrática del Congo, enero 21.— Luego de dos semanas de negociaciones, el gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y un grupo rebelde llegaron este lunes a un acuerdo que se espera contribuya a la paz en el este de ese país, informaron agencias extranjeras de prensa.
Según DPA, el cese al fuego fue acordado por el presidente Joseph Kabila y el general Laurent Nkunda —principal líder de los alzados—, y será firmado este martes aquí, en la capital de la provincia oriental Kivu del Norte, durante la ceremonia de clausura de la conferencia de paz en que tuvo lugar el encuentro de las partes.
Las conversaciones entre los representantes del Ejecutivo congolés y los insurgentes contaron, según PL, con la mediación de la Unión Africana, la Unión Europea y Estados Unidos.
Aunque las fuentes hablan de un entendimiento general entre el Gobierno y Nkunda, existen otros grupos armados que aún no se han sumado al acuerdo.
La materialización del compromiso significaría, según AFP, el fin de varios meses de enfrentamientos entre el ejército regular, soldados insurgentes que se aliaron al jefe rebelde Nkunda, milicias locales Mai Mai y rebeldes hutus ruandeses en Kivu del Norte, provincia que tiene actualmente 800 000 desplazados de guerra.
Durante el último año, más de 400 000 civiles en Kivu del Norte han dejado sus hogares para huir de los enfrentamientos entre las partes contendientes, destacó Reuters.
También se creará una comisión técnica para supervisar el desarme de las fuerzas de Nkunda y los guerrilleros Mai Mai y su integración en el ejército nacional, o su desmovilización, reportó Reuters.
El acuerdo incluye también una oferta de amnistía para los rebeldes de Nkunda, aunque solo cubre a la insurrección antigubernamental y no las violaciones de derechos humanos, refirió PL.
Igualmente, según DPA, ambas partes no acordaron el destino de Nkunda, quien está acusado de cometer crímenes de guerra.
En el año 2004, este general se separó del Ejército nacional y se negó a integrar sus tropas al mismo. Desde entonces, se encuentra enfrentado a las fuerzas regulares, alegando que defiende a los tutsis de los ataques del movimiento hutu Frente Democrático para la Liberación de Ruanda, quienes huyeron de ese país en 1994 para refugiarse en la RDC luego de cometer un genocidio contra tutsis y hutus moderados en 1994.