Bagdad, octubre 24.— El gobierno iraquí retiró la licencia de trabajo a las firmas «de seguridad» extranjeras que operan en el país, lo cual será regulado nuevamente por ley.
Las críticas a estas compañías aumentaron tras la masacre del 16 de septiembre, en el que guardaespaldas de la estadounidense Blackwater, que acompañaban un convoy de la embajada de EE.UU., mataron a 17 civiles.
Durante la jornada, dice DPA, ocho personas murieron al explotar dos bombas frente a una mezquita sunnita en Bagdad, y otras 23 resultaron heridas en el atentado que se produjo frente a otra mezquita en el barrio de Yisr Diyala.