Foto: AP BEIRUT.— Casi al mismo tiempo que las principales fuerzas políticas palestinas anunciaban un acuerdo para formar un gobierno de unidad nacional, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, desestimó interrumpir excavaciones en Jerusalén que provocaron la ira árabe.
Portavoces de Al Fatah y Hamas anunciaron este jueves en la ciudad sagrada de La Meca, un entendimiento para la conformación de un gobierno de unidad nacional que hasta el presente se había mostrado elusivo, según reporta PL.
Varias rondas de conversaciones entre Abbas o sus representantes con el primer ministro Ismael Haniye terminaron antes en un callejón sin salida, se recordó.
Trascendidos del encuentro a puertas cerradas mencionan que las partes convinieron la fórmula de distribución de ministerios en el nuevo Gabinete, considerado una necesidad para sacar a la autonomía palestina de su crisis política y económica.
Según esas versiones, Hamas dirigirá el equipo, ocupará seis carteras y tendrá opción para escoger tres titulares independientes; Al Fatah el mismo número de ministros, uno de ellos sin cartera, y podrá seleccionar dos personalidades no afiliadas.
Los frentes Popular y Democrático para la Liberación de Palestina y las organizaciones Tercera Vía y Palestina Independiente se repartirán los cuatro ministerios restantes.
Aún queda por dilucidar el espinoso tema de la aceptación de Israel, concepto refutado por Hamas y aceptado por Al Fatah desde principios de la década de los 90, pretexto aducido por los donantes internacionales para imponerle un boicot económico.
La confirmación de que el presidente Mahmud Abbas, de Fatah, y Jaled Meshal e Ismael Haniye, jefe del Buró Político y primer ministro, ambos de Hamas, llegaron a consenso corrió a cargo de sus portavoces Mahed Montad y Mohammed Nazzal.
Los dirigentes palestinos iniciaron el miércoles una reunión calificada de crucial para detener los choques entre miembros de ambas organizaciones sobre todo en la Franja de Gaza, en los cuales murieron alrededor de 30 personas.
La decisión de Olmert de proseguir las excavaciones en Jerusalén insufla otro elemento de conflicto.
A principios de semana Israel inició obras urbanísticas con fines turísticos en las proximidades de la mezquita de Al Aqsa, uno de los tres lugares sagrados del Islam y blanco de varias agresiones del ejército y súbditos israelíes, se recordó.
La Liga Arabe, la Organización de la Conferencia Islámica, gobiernos árabes y musulmanes e incluso personalidades israelíes condenaron el inicio de los trabajos o demandaron su interrupción.