Luis Orta ganó su segundo torneo de élite y se confirmó como uno de los mejores luchadores libra por libra del planeta. Autor: UWW Publicado: 25/09/2023 | 09:08 pm
El Campeonato Mundial de Lucha de Belgrado 2023 cerró el pasado domingo en esa ciudad europea con un saldo bastante favorable para los representantes de Cuba.
A esta cita del orbe, que tuvo lugar entre el 16 y el 24 de septiembre, el Archipiélago envió 11 atletas, todos ellos con un objetivo fundamental: obtener sus boletos hacia los Juegos Olímpicos de París 2024.
La complejidad del reto era enorme. El torneo del orbe daría los primeros pasajes de esta disciplina camino a la próxima olimpiada y, por ello, en la capital serbia confluyeron los mejores representantes en cada una de las 18 divisiones que conforman el programa de la magna cita.
Una vez más, fue la modalidad grecorromana la que mejor actuación tuvo para la Mayor de las Antillas. Con par de títulos y un bronce, los discípulos de Raúl Trujillo demostraron por qué continúan siendo parte fundamental de esa nave que en cada juego muldireportivo hace el mayor aporte a la delegación cubana.
Dos de los pasajes de la greco fueron para Luis Orta y Gabriel Rosillo, flamantes monarcas en las divisiones de 67 y 97 kilogramos.
Lo de Orta fue una clase magistral. Su fuerza de voluntad, dominio de la técnica, poderío físico, solidez mental y capacidad de recuperación dieron al capitalino, vigente campeón olímpico de los 60 kilos, su segundo trofeo en justas de élite y lo confirmaron como el gran rival a vencer el próximo verano en la Ciudad Luz.
Por su parte, la historia de Rosillo, quien también fue un espectáculo, es una de esas que merecen homenaje. Aquejado por las lesiones en los últimos años, el muchacho de Santiago de Cuba no había podido rendir a la altura de su fabuloso potencial. Pero esta vez pudo hacerse justicia y, con una soberbia actuación en sus seis combates, se convirtió en rey de unos 97 kilos en donde hay puros titanes.
Un reconocimiento especial lleva Oscar Pino, quien en cuatro participaciones mundialistas jamás se ha quedado fuera de la premiación. Esta vez el subcampeón de los 130 kilogramos en 2022 se llevó un bronce, igual que en 2017 y 2018, y dejó claro que es un digno heredero del legendario —y aún activo— Mijaín López.
El restante boleto obtenido por los estelares de nuestro país correspondió al sector femenino, en donde Milaimys Marín también protagonizó una gran exhibición. La pupila de
Filiberto Delgado se fue sin podio pero combatió a la altura de las mejores y así sacó su tique para París. Para ella el quinto puesto en esta justa de tanto nivel representa una suerte de revancha que desde hace tiempo ella misma se debía, y quizá pudiera representar su salto definitivo a la cúspide.
Por parte de los libristas, a las órdenes de Julio Mendieta, es justo decir que se trata de un estilo en donde existe una «ferocidad» descomunal en cada categoría de peso. La pugna por un puesto alto fue esta vez mucho más enconada y, francamente, Alejandro Valdés (65 kg), Yurieski Torreblanca (87 kg) y Arturo Silot (97 kg) no lograron, cada uno por sus propias razones, desplegar una lucha capaz de generar mayores dividendos.
Del resto; Yusneilys Guzmán (50 kg), Yosvani Peña (77 kg), Daniel Gregorich (86 kg) y Kevin de Armas (kg), hay que reconocer la entrega y el esfuerzo, a pesar de no haber llegado a la discusión de las preseas. Ellos, junto a los representantes de las otras siete divisiones (cuatro del femenino y tres de la libre), tendrán su chance de sumarse a la fiesta parisina el año venidero, cuando asistan al clasificatorio continental de Acapulco, México (1ro. y 2 de marzo de 2024) y el mundial, con sede en Estambul, Türkiye, del 9 al 12 de mayo.
Pino lleva cuatro podios en igual cantidad de mundiales. FOTO: UWW