A Luis Reyes (derecha) le tocó «bailar» con las más fea contra Andy Cruz. Autor: José Raúl Rodríguez Robleda/ Trabajadores Publicado: 23/04/2022 | 09:52 pm
La víspera, y luego de un impás obligatorio derivado de la pandemia, comenzó en la agramontina sala polivalente Rafael Fortún la gran final de la 7ma. Serie Nacional de Boxeo, uno de los eventos deportivos más esperados por los seguidores del deporte en la Isla.
El cartel sabatino no dejó a nadie indiferente. Los pareos, por sí mismos, ya invitaban a pensar en la posibilidad real de paridad en los combates. Pinar del Río-La Habana, Holguín-Cienfuegos y —plato fuerte de lujo, dicho sea de paso— Camagüey-Guantánamo.
En el pareo de apertura, Cienfuegos dispuso de los holguineros 50 puntos por 33, gracias a cuatro victorias en nueve combates. No obstante, es justo decir que por los orientales no subieron al encerado los púgiles previstos para disputar las divisiones de 48 y 69 kilogramos, por lo que cedieron una cantidad considerable de «rayitas».
Si algo se destaca en esta edición de la Serie es la cantidad —y la calidad— de púgiles de una provincia que refuerzan a otra. Tal es el caso del espirituano Jorge Griñán (57 kg), quien ahora con los colores de la Perla del Sur dispuso sin contratiempo alguno de Luis Gabriel Correoso.
«Lo conocía de cuando coincidimos en la Escuela Nacional de Boxeo, pero nunca me había enfrentado a él; por eso en el primer round no hubo muchos intercambios, porque ambos analizábamos cómo estaba el otro. Pero en los dos restantes impuse mi mejor estilo y le pude pegar mejor», dijo el subcampeón mundial juvenil del año 2016 en declaraciones al colega José Luis López Sado desde la sede.
El mosca cienfueguero Erislan Romero venció también por unanimidad a Darwin Torres, mientras que el superpesado Néstor Santana, de 135 kilogramos, combinó varios golpes a la anatomía del holguinero Daniel Proenza con tanta potencia que obligó a los entrenadores orientales a tirar la toalla y detener la pelea.
Por los orientales salieron airosos Jairo Munive (63 kg) frente a Erislandy Álvarez, José Miguel Vera (60 kg) frente a Alain Yamil Calderón y Jorge Soto (81kg) frente a Michel Frías.
Más tarde, en un cartel donde hasta cinco púgiles abandonaron los combates en el asalto intermedio, La Habana ratificó su condición de ser uno de los favoritos al título y doblegó al elenco de Pinar del Río 53-34. Billy Rodríguez (48 kg), uno de los mayores prospectos de nuestro boxeo, dejó fuera de combate al novato Mario Hernández, mientras que el ligero vueltabajero Fabián Magaña le recetó una dosis similar a Enrique Sandoval.
Un poco más tarde, Luis Reyes poco pudo hacer frente a quizá el mejor púgil cubano en la actualidad, el matancero —refuerzo capitalino— Andy Cruz. Oiga, ser novato y que le den la noticia de que su primer combate será contra Andy no es bocado fácil de tragar. Su entrenador, ante la superioridad del campeón olímpico, decidió aplicar la ley de la misericordia y tirar la toalla.
Otro que mandó rápidamente a su rival a la enfermería fue el también titular olímpico y mundial Roniel Iglesias (69 kg), quién no dio tregua al habanero Giberlandy Inerarity, algo similar a lo que hizo el supercompleto capitalino Carlos Castillo con Leunam Siveira.
A continuación, los resultados de las restantes peleas: 52 kg: Yondel Pérez (HAB) venció 3-0 a Kendry Saborit (PRI), 57 kg: Kleiver Noble (HAB) 3-0 a Yuslovy Hernández (PRI), 75 kg: Albert González (HAB) 3-0 a Lázaro Luego (PRI), 81 kg: Bryan León (PRI) 2-1 a Félix Ignacio Savón (HAB), 86 kg: Jorge Luis Felimón (LHA) por RSC-1 a Jorge Luis Moracén (PRI) y 91 kg: Diosvaldo Gutiérrez (PRI) 2-1 Leonardo Buides (HAB).
Al cierre no había comenzado el cartel estrella de la jornada entre los locales camagüeyanos y Guantánamo, dos potencias nacionales de este deporte.
En esta fase del torneo se combatirá en 11 divisiones: 48, 52, 57, 60, 63, 69, 75, 81, 86, 91 y +91 kilogramos, e intervendrán seis equipos, de 22 pugilistas cada uno, incluidos seis refuerzos de hombres cuyas provincias quedaron fuera de la final.