Estos han sido días de mucha actividad para los trebejistas cubanos en diferentes competiciones presenciales. La final del Campeonato Nacional femenino, con el título de la santiaguera Yaniela Forgás en Holguín; el Iberoamericano, con sede en México, donde intervinieron más de una decena de antillanos y el camagüeyano Carlos Daniel Albornoz fue el mejor ubicado por nuestro país, y en breve iniciará la etapa decisiva de la justa doméstica para hombres.
Sin embargo, durante alrededor de 24 meses las lides tradicionales quedaron desplazadas por los torneos online, que permitieron que esta disciplina no parara en todo el orbe ante la complejísima situación sanitaria generada por la pandemia.
En su visita a Cuba, el ruso Arkady Dvorkovich, presidente de la FIDE, ente rector a nivel global de este deporte, declaró que el ajedrez en línea complementa el presencial, pero no puede sustituirlo. La gran ventaja es que permite desarrollar mayor cantidad de eventos y jugadores que están en diferentes lugares del mundo, muy distantes, pueden participar a la vez, agregó, mientras reconoció que es una gran herramienta de preparación para todo tipo de ajedrecistas, por lo que su entidad continuará el apoyo a esos certámenes y pretende realizar un campeonato universal online.
Por su parte, Carlos Rivero, presidente de la Federación Cubana y comisionado nacional, dijo a Juventud Rebelde que nuestro país estaba muy alejado de lo que ocurría en el ajedrez virtual, por cuestiones tecnológicas y falta de experiencia, pero, motivado por la Covid-19, que cerró casi todas las puertas, paulatinamente se fue incorporando a la dinámica y hoy la realidad es distinta.
«Podemos decir que hemos tenido muy buenos resultados en torneos por internet, gracias a las tecnologías que hemos ido adquiriendo y las posibilidades de conexión actuales. Estamos muy animados con estos logros, realizando conferencias y continúan activos muchos de nuestros trebejistas en torneos con estas características. Tenemos próximamente un curso de entrenamiento para jóvenes talentos, diseñado por la FIDE, en el que intervendrán diez niños cubanos y se prepararán por esa vía. Es una manera muy efectiva para adiestrarse, promocionar y desarrollar este juego», explicó.
No obstante, quizá el principal lastre que arrastra el ajedrez en línea sean las trampas, algo que se ha convertido, desafortunadamente, en una costumbre. «Cualquiera puede ganar hoy a un Gran Maestro en una partida online. No por sí solo, claro, sino haciendo trampas», reza una frase en internet.
«Es una gran verdad eso, es un enorme reto ético que tenemos todos los ajedrecistas, luchar porque no se hagan trampas y que, como en el juego presencial, se respete al contrario y al deporte. Hay que educar a todas las generaciones, desde la base hasta el alto rendimiento. Estamos implementando el ajedrez híbrido, ponemos cámaras y árbitros, y ya no es lo mismo que el evento online puramente, porque de esta forma tenemos evidencias y chequeos de lo que están haciendo los jugadores. Pienso que por ahí debemos trabajar», concluyó Rivero. (J.R.P.)