Los de Nervión han ganado cinco veces el torneo. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 19/08/2020 | 09:22 pm
Este viernes, en la urbe alemana de Colonia, se jugará la final de la Liga Europa (UEL, por sus siglas en inglés), segundo torneo en importancia de la UEFA en cuyo partido definitivo se medirán nada menos que Sevilla e Inter de Milán, dos de los equipos con más historia en todo el balompié del otro lado del Atlántico.
Los andaluces llegan a la final de su competición predilecta, con la idea de sumar su sexta corona y ratificarse como los reyes absolutos del torneo. Campeones en 2006, 2007, 2014, 2015 y 2016, el conjunto de Nervión ha tenido un año notable y llega a este enfrentamiento con la inspiración extra de mantener la racha de partidos invictos que traen desde junio pasado, fecha de la reanudación liguera.
Dentro del cuadro sevillista, se erigen como pilares fundamentales los argentinos Éver Banega, dueño de la «sala de máquinas», y Lucas Ocampos, extremo de mucho recorrido y carácter, quien se ha convertido en una de las grandes revelaciones de este año futbolero. Asimismo, en defensa, el brasileño Diego Carlos y el francés Jules Kundé son dos potentes seguros para frenar a la tropa italiana.
Del otro lado de la cancha estará un Internazionale que se quedó a un solo punto de la Juve en la carrera por el título de la Serie A y que a las órdenes de Antonio Conte ha demostrado tener una identidad y estilo de juego muy bien definidos. Tricampeones de la lid (1991, 1994 y 1998) cuando esta era conocida como Copa UEFA, los nerazurri quieren volver a la cima.
Los principales argumentos de la escuadra turinesa pasan por su poderoso frente de ataque, en donde la dupla «La-Lu», formada por el argentino Lautaro Martínez y el belga Romelu Lukaku, tiene sobrada capacidad para resolver el choque que sea. No obstante, la línea zaguera que forma el trío De Vrij-Godín-Bastoni, más el talento de mediocampistas como Barella, Brozovic y Gagliardini, también son elementos que pesan a la hora de evaluar su potencial para el éxito.
Si fuéramos a pronosticar un resultado basados en la lógica y la contundencia, claramente los interistas tienen una ventaja. Su capacidad goleadora (13 goles en cinco partidos de UEL disputados este año), defensa hermética (dos concedidos) y el talento individual de sus hombres son argumentos sólidos para considerarlos como favoritos.
No obstante, los blanquirrojos tampoco son un grupo de muchachos de secundaria. Luego de ver las exhibiciones ante Roma y Manchester United quedan claras dos cosas: el enorme volumen de juego que son capaces de crear y la capacidad de respuesta que tienen en situaciones de desventaja, ambos factores que pudieran servirles para inclinar la balanza en su favor.
De cualquier manera, todos los juicios que podamos hacer a priori, en torno al susodicho encuentro, quedarán en el olvido nada más suene el pitazo inicial del árbitro mañana a las tres de la tarde. Ojalá gane el mejor.