Jasiel Rivero se sintió el cansancio, debido a llegar a Cuba menos de 24 horas antes del partido. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 22/02/2020 | 10:20 pm
Las imprecisiones castigan. En el baloncesto o en la vida. Si fallas, lo pagas. Bien caro le costaron sus errores a la selección cubana masculina de básquet que, víctima de su propia ineficacia, más que del mérito del oponente, vio escurrirse entre sus manos el partido —a priori— menos complejo de su grupo en el comienzo de las ventanas clasificatorias para la FIBA AmeriCup 2021, luego de ceder 64-80 ante Islas Vírgenes de Estados Unidos en la noche de este viernes en la habanera Ciudad Deportiva.
Una de las estrategias era aprovechar el juego interior, según trascendió en conferencia de prensa tras el choque. Pero lo cierto es que sobre el tabloncillo sucedió casi lo contrario. Con el desespero en la ofensiva, el disparo desde el perímetro fue la alternativa para buscar canastas muchas veces. No obstante, el nefasto 6,45 por ciento de eficiencia en disparos de tres puntos resume de forma meridiana lo que fue el partido para Cuba.
La estadística parece inventada. Probablemente sea una de las peores de la historia del baloncesto en la Isla: ¡dos canastas en 32 intentos en tiros desde la larga distancia! Para colmo de males, continuó el problema en la organización del juego, puesto que ninguno de los tres bases del plantel estuvo a la altura de un partido internacional.
Desde hace años Osmel Oliva es la principal figura en esta posición. No obstante, el artemiseño lució lejos de su mejor nivel, el mismo caso del avileño Yasser Rodríguez. Pedro Roque, que en las ventanas mundialistas del año pasado había lucido bien, tampoco pudo solventar las dificultades para armar la ofensiva en el quinteto criollo.
Pepe Ramírez, entrenador principal del equipo, dio minutos a los tres, como también probó a varios de sus hombres en la posición de pívot, tras el dominio de Islas Vírgenes bajo las tablas. No fue hasta la entrada en cancha del villaclareño Yoel Cubilla que los cubanos comenzaron a ganar rebotes, sobre todo defensivos. Y con solo chispazos en este aspecto bastó para notar una mejoría.
Jasiel Rivero, el jugador del San Pablo Burgos de la ACB española, resultó, como se esperaba, el mejor por el elenco anfitrión en el Coliseo de la Ciudad Deportiva. Pero el cansancio le pasó factura en el tercer cuarto y lo vimos retirarse tras concluir el partido, cargado por dos de sus compañeros a causa de una molestia. Jasiel, quien representa actualmente la gran esperanza del baloncesto cubano —junto a Javier Jústiz—, llegó a La Habana menos de 24 horas antes de comenzar el cotejo.
Con este panorama los discípulos de Ramírez devolverán la visita mañana al equipo isleño en Saint Thomas y terminarán la primera ventana en su grupo C. Las claves de un presunto éxito, o al menos una mejor imagen, pasan por la movilidad en ataque, la eficacia en tiros de campo y tiros libres (eterna asignatura pendiente) y la inteligencia táctica a la hora de defender a un oponente que, si bien mostró talento el pasado viernes, no es equiparable a los otros dos oponentes de la llave: República Dominicana y Canadá.
Sin embargo, en el encuentro de este lunes en el Pabellón UVI Sports and Fitness Center, el elenco antillano contará con solo diez jugadores, pues por dificultades con el visado no estarán el guantanamero Raudelis Guerra, Yasser y Roque, y se incorporará el villaclareño Neslier Raúl Abreu, según dijo el avileño Yoannis Zaldívar, segundo entrenador del elenco.
Fotos: Abel Rojas Barallobre