24
Es mi primer año en la Serie Nacional y estoy muy contento de que hayamos llegado hasta aquí aseguró Chapellí a JR Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 12/01/2020 | 10:08 pm
A Loidel Chapellí lo encontré de casualidad. Me había «colado» en el club house del equipo de Camagüey durante el epílogo del segundo partido de la final de la 59na. Serie Nacional de Béisbol, y «tropezamos» cara a cara.
Loidel estaba solo, despojándose del uniforme, pues tan solo una entrada antes había sido sustituido por el mentor Miguel Borroto. Afuera, el clamor del público reunido en el estadio Cándido González se escuchaba lejano, como con sordina. De repente la «bulla» aumentó, señal de que había caído el primer out del noveno, y me apresuré entonces a conversar con quien muchos consideran puede ser el novato del año en la actual campaña.
«Me he sentido muy bien jugando, tanto cuando salía de emergente como en este partido, que empecé de titular», dijo Chapellí, quién en ese juego debutó como titular en un play off final.
El muchacho ha mostrado una frialdad atípica en el cajón de bateo, tanto en la semifinal contra Industriales como en esta recta decisiva. Atípica por dos razones. Primero porque siempre había salido como bateador de recambio con el juego «cerrado», y segundo porque aún no llega a los 20 años de edad. En su primer turno como titular pegó un imparable, que levantó a un graderío que coreaba «Chape Chape Chape».
«Por la mañana, antes del partido, el profesor Borroto me dijo que iba a jugar desde el principio y me preparé mentalmente para eso. Por suerte me salieron bien las cosas. Me siento muy orgulloso de jugar una final, sobre todo en el estadio de mi equipo. Es mi primer año en la Serie Nacional y estoy muy contento de que hayamos llegado hasta aquí».
De nuevo el estruendo afuera, señal de que los Toros de la Llanura estaban a un solo out de igualar el play off. El jardinero izquierdo me dice entonces que su «tocayo» más querido, su papá, estaba viendo el partido desde algún lugar de las gradas. Loidel Chapellí padre es uno de los jugadores más recordados en la historia del equipo de Camagüey, bateador formidable, con línea ofensiva de .328/414/.491 en toda su carrera.
«Mi papá me da muchos consejos, y lo que me dice siempre es que no me apure al batear y que este concentrado en lo que me toca hacer. Si tengo que impulsar una carrera, que me enfoque en traer esa carrera al plato. Si es llegar quieto a una base, que me concentre en conectar para llegar safe».
Sus estadísticas durante la fase regular muestran .288/366/.390, y estuvo entre los 50 primeros en los departamentos más importantes, por lo que no pocos lo consideran el principal candidato al novato del año.
Justo cuando el estruendo de las gradas, afuera, se tornó ensordecedor, Loidel, apurado por salir a celebrar la victoria con su equipo, me respondió:
«La verdad es que no me siento nervioso. Siempre salgo a hacer mi trabajo y si gano el título de novato del año, bueno, que venga. Hay que esperar a ver qué pasa».
