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La ofensiva de Industriales fue crucial para lograr la barrida frente al elenco camagüeyano Autor: Juan Moreno Publicado: 26/11/2019 | 08:22 pm
El «paisaje» del rendimiento en la 59 Serie Nacional de Béisbol cambia más de dirección que un gato persiguiendo a una mosca. A estas alturas, cuando aún restan por cantarse poco más de una veintena de playballs, no hay ni un solo «pescado vendido». Los seis equipos en liza tienen posibilidades de clasificar a la postemporada, afirmación que tiene como basamento lógico la constante sucesión aleatoria de descalabros y rachas positivas de los elencos. En la última fecha, los tres equipos del fondo de la tabla ganaron sus partidos, por lo que el escalafón conserva, todavía, su distribución intacta. Hoy, a esta hora en que usted, querida lectora o lector lee estas líneas que escribo, no hay ningún equipo seguro y, si tenemos en cuenta el poco tiempo que resta para que termine la segunda etapa, a cualquier novena se le enreda la fiesta.
Puesto el panorama sobre la mesa vemos cómo, luego de la incorporación de los activos internacionales a cada elenco, la mejor racha reciente de ganados y perdidos la exhibe Industriales, equipo sotanero de la justa, pero que ha logrado sonreír ocho veces en los últimos diez juegos apoyados, en gran parte, en una ofensiva que ha respondido favorablemente. La barrida frente a los Toros de la Llanura ha vitaminado las esperanzas capitalinas de clasificar a la ronda de cuatro. Los pupilos de Miguel Borroto, agradable revelación durante la primera parte de esta Serie, no carburaron bien con el bate en ristre en el cajón de bateo del Latino, y ahora están empatados, en cuanto a número de victorias se refiere, con Matanzas y Las Tunas, ocupantes del tercer y cuarto escaños, respectivamente.
Tanta «risa» capitalina empieza a «asustar» a los Elefantes de Cienfuegos que, en el quinto puesto y tras perder la última subserie frente a Matanzas, han visto cómo su distancia con los Azules se ha reducido a un solo juego. Los de Rey Vicente Anglada, cabe destacar, tienen un partido «congelado» frente a Santiago de Cuba.
Los cienfuegueros salvaron la honra la víspera al superar cinco anotaciones por dos a los yumurinos. En el partido hubo destaque ofensivo del inicialista Yasniel González. El oriundo de Quivicán, vestido ahora de «paquidermo», en cinco turnos ligó cuatro conexiones a tierra de nadie.
Los indómitos de Eriberto Rosales, por su parte, cayeron en su enfrentamiento frente a Las Tunas, equipo que se sostiene en la cuarta posición. Amén del resultado, los «residentes» en el Guillermón Moncada continúan en la cima del evento, para júbilo de los miles de aficionados que llenan el coloso santiaguero partido tras partido. La escuadra de las Avispas es la que más personas convoca cuando juega de local. En esta última subserie, por ejemplo, las gradas del Guillermón vieron desfilar a más de 10 000 aficionados en cada encuentro añorando, quizá, la posibilidad de tener una «aplanadora» de nueva generación.
Lo cierto es que, como va la película, cualquier cosa puede pasar. Esta Serie es como el Uroboro, la serpiente mitológica que se muerde la cola. Ya lo vaticinó mi colega Norland Rosendo: en asuntos de primeros y últimos, todo es relativo. Quedan varias subseries para que tome sentido, o no, esa relatividad. No van lejos los primeros…
