«Para varias generaciones de periodistas, esta Casa ha sido guía en el complejo laberinto de la profesión», afirmó Juan Carlos Ramírez Heras, vicepresidente nacional de la Upec, a propósito de los 40 años de la Editorial Pablo de la Torriente, sello de la organización, durante el acto compartido este jueves en el Memorial José Martí, de la Plaza de la Revolución.
Tras evocar atributos humanos y profesionales del periodista revolucionario Pablo de la Torriente Brau, Ramírez Heras definió la creación de esta editorial, hace cuatro décadas, como materialización de un sueño colectivo, respuesta necesaria y compromiso con el futuro; además, destacó el cumplimiento de su tarea titánica de «hacer libros en tiempos (entonces, como ahora) en que la escasez era palabra cotidiana pero la voluntad (ayer, como hoy) era más fuerte que el papel que faltaba».
Ante Marydé Fernández López, vicejefa del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido; Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la Upec; Katia Rodríguez Ramos, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, entre otros invitados, Ramírez Heras presentó un resumen impresionante de la obra del colectivo, desde el primer libro impreso: El médico de la familia en la Sierra Maestra, de la Maestra inmortal Marta Rojas.
La Pablo atesora en su catálogo 1361 títulos cuyos autores, en un 90 por ciento, son cubanos, incluidos 25 ganadores del Premio Nacional de Periodismo José Martí por la Obra de la Vida, el más alto reconocimiento que se concede en el país a profesionales de la prensa.
El colectivo de la Pablo de la Torriente sostiene una obra valiosa, refrendada en el acto con al entrega de la obra El Maestro, que, en nombre de la Upec, recibió su actual directora, Esther Pozo Campos. En la ceremonia, también la editorial entregó reconocimientos: a instituciones (el Instituto Cubano del Libro, la Casa del Alba Cultural y el Instituto Internacional de Periodismo José Martí) y a autores destacados (Carmen R. Alfonso y Ángel Velazco); en tanto la Upec otorgó diplomas a Osvaldo Pérez y a la propia Esther.
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