Ibrahín no desea que le rompan su marca, pero si alguien lo logra, el primero en felicitarlo será el actual recordista. Autor: Internet Publicado: 23/01/2019 | 10:32 pm
Jiguaní, Granma.— Posa la mirada en el horizonte y las imágenes parecen llegarle en retrospectiva, como si ahora mismo se metiera en el cajón de bateo y viviera la tensión de aquel 21 de enero.
«Mi director (Carlos Martí) me preguntó si me ponía en la alineación porque iba a lanzar Oscar Gil, que era un zurdo, y teóricamente podía dominarme más fácil. Le dije que sí, que me pusiera», recuerda ahora Ibrahín Fuentes Diéguez, el hombre que hace 30 años saltó del anonimato a los libros.
Fuentes había conseguido en ese enero de asombros, en tres partidos anteriores contra Guantánamo, una hazaña: empatar el récord de diez hits consecutivos en igual cantidad de veces oficiales al bate, impuesto en 1979 por Lázaro Cabrera. De modo que aquella noche intentaría, contra el mencionado lanzador holguinero, implantar una nueva marca para la pelota cubana.
Estaba con las manos sudorosas desde el mitin previo al partido, reunión en la que se habló de la posibilidad de que su equipo, Granma, clasificara por primera vez para la postemporada. Pero la ansiedad no logró dominarlo. En la primera comparecencia al home play ganó la base por bolas.
Así llegaría la segunda oportunidad, en la cuarta entrada. El lanzamiento, el swing… Ibrahín soltó una línea entre dos y, corriendo más de lo que podía, llegó a tercera ¡con un triple! El estadio Mártires de Barbados, de Bayamo, parecía reventar de la euforia colectiva.
Sin embargo, lo verdaderamente increíble llegaría después: Fuentes pegó doble en el sexto episodio frente al derecho Wilson López y al día siguiente, el domingo 22 de enero de 1989, le dispararía sendos indiscutibles a otros dos lanzadores de Holguín. Su cadena, en fin, se extendió a 14 inatrapables.
Cómo no pasmarse hoy al saber que en la endemoniada racha este jugador conectó cinco jonrones, dos dobles y un triple y que se embasó ¡16 veces consecutivas! pues recibió, además, dos boletos.
«Pienso en eso y yo mismo me asombro. Creo que es una de las marcas más difíciles de romper en nuestra pelota, aunque no dejo de repetir que no hay nada imposible», comenta este hombre nacido en Jiguaní el 2 de octubre de 1963 y que en 12 series nacionales promedió 259 (400 indiscutibles en 1 453 turnos oficiales).
«Hasta jugando al flojo, sin un «fil» y con cualquier bate parece imposible dar 14 hits seguidos. No quisiera que nadie llegara, pero si alguien lo hace: ¡Felicidades!», expone con una sonrisa.
Por coincidencias de la vida, Chenene, como lo llaman familiares y amigos, tendría la posibilidad de ver, 28 años después de su récord, en el propio estadio Mártires de Barbados, el primer título nacional de Granma, equipo del que en otro tiempo llegó a ser coach de tercera base. Esa alegría sobrevino el domingo 22 de enero de 2017.
De pronto, la expresión de placer se le trastoca en tristeza porque el ahora director de la selección de Jiguaní en la Serie Provincial, dice: «Muchos se han olvidado de lo que logré» y que «del récord apenas tengo un bate que me regalaron unos amigos».
Tal vez este integrante de los ocho equipos de su municipio que se coronaron campeones de Granma, pudo haber estado en más juegos de estrellas para veteranos, recibir invitaciones o convocatorias más asiduas.
Él, quien llegó al béisbol a los 11 años, ostenta desde 1993 otra proeza respetable, aunque esta solo cuenta para los torneos locales: conectó 24 cuadrangulares en 48 partidos.
Tres décadas después de haber encandilado a los fanáticos, Ibrahín confiesa que siempre sintió fascinación por la música y la pelota. «Tocaba la corneta estando en la Eide, aprobé los exámenes para el Fajardo y a la vez para la escuela de música. La opción del deporte surgió primero», dice.
Al final, también hizo música de otro tipo con el aluminio aquel enero en que soltó, sorprendentemente, 14 truenos consecutivos.