Los dos jonrones de Gracial salvaron a los Cocodrilos. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:26 pm
Sin saber qué equipo se quedaría al mando de la tabla de posiciones —Pinar del Río y Ciego jugaban al cierre—, las novenas de Industriales y Matanzas hicieron sus deberes y sumaron importantes triunfos para sus aspiraciones de animar la próxima postemporada del béisbol cubano.
De estos dos equipos, es el capitalino el que menor margen de error tiene de cara al cierre del calendario, de ahí que terminar con dos triunfos su paso por Las Tunas, resultaba una tarea trascendental.
Lo hicieron con sobresalto, pues este viernes llegaron al noveno inning con la pizarra en equilibrio y los Cachorros holguineros, cuyo duelo de turno estaba pactado para horas más tarde, pegados a su espalda como estampilla postal.
Antes de ese episodio, Frank Montieth y Yudiel Rodríguez habían protagonizado un bonito pulso. El capitalino casi cubrió seis entradas con par de carreras a su cuenta, las mismas que su oponente en ocho actos. Entonces, se subió a la lomita Diego Granado, a quien Wilfredo Aroche recibió con sencillo a la pradera izquierda. De manual fue el sacrificio de Frank Camilo Morejón para ponerlo en posición anotadora y dejar la escena lista para el desenlace.
Donald Vidot, llegado a la nómina de Industriales para cubrir una de las vacantes dejadas por los hermanos Gurriel, conectó el doble que lo convirtió en el héroe de la tarde. Después, Ian Rendón y Héctor Ponce le colgaron el último cero al pizarrón.
Todavía más espectacular fue la remontada yumurina en la pradera de los Alazanes granmenses, quienes estuvieron a solo un out de certificar el triunfo. Era lo único que debía hacer Juan Ramón Olivera para apuntarse un nuevo rescate, pero Yurisbel Gracial se convirtió en la pesadilla de la casa.
Primero, porque su solitario cuadrangular a la hora de recoger los bates fue la orden de asalto para una rebelión que terminó forzando el extrainning. Y ya en esa instancia, pero con el experimentado Ciro Silvino Licea en la lomita, su segundo estacazo del juego sentenció a favor de los suyos un duelo que había comenzado con otra notable batalla monticular entre el refuerzo villaclareño Freddy Asiel Álvarez y el también diestro Lázaro Blanco.