Reineris Salas (derecha), uno de los que estará en Frisco. Autor: José Luis Anaya Publicado: 21/09/2017 | 06:26 pm
Una vez más, la lucha devendrá deporte clave en las aspiraciones cubanas de signar una actuación decorosa en los venideros Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, para los que ya aseguró dos boletos con los grequistas Ismael Borrero (59 kg) y Mijaín López (130), por sus respectivas medallas de oro y plata en el Campeonato Mundial de Las Vegas. Entonces, les llega ahora una última oportunidad para la ¿misión imposible? de asistir con equipos completos en los dos estilos, cuando muestren sus tackles y volteos en el torneo preolímpico de Frisco, Texas, del 4 al 6 de marzo, sede también, una semana antes, del certamen panamericano.
Luis de la Portilla, comisionado nacional, comentó a JR que para el evento del área, el equipo de la modalidad greco estará integrado por Javier Duménigo (59), Miguel Martínez (66), Yurisandy Hernández (75), Alan Vera (85), Yasmani Lugo (98) y Oscar Pino (130).
Entretanto, los subcampeones mundiales Liván López (74) y Reineris Salas (86), junto al tercero del orbe Javier Cortina (97), encabezan la escuadra de lucha libre que también integran Eliecer Guevara (57), Alejandro Valdés (65) y Yudeimis Alpajón (125).
Y entre las féminas, Portilla citó que comandan la dotación las mundialistas Yaquelín Stornell (59), Katherine Videaux (63) y Lissette Echevarría (72), acompañadas por Yusnelys Guzmán (48), Liana de la Caridad Montero (58) y Yudalis Sánchez (69).
Sin lugar a dudas, este torneo panamericano será una excelente antesala para la complicada prueba de fuego que tendrán luego nuestros gladiadores. Y aunque el objetivo es ganar por países, lo cierto es que se deben aprovechar todos los combates para un mayor fogueo.
Baste citar que en el certamen preolímpico —único que les resta a los cubanos—, solo obtienen boletos los dos primeros de cada división. Y ahí habrá gladiadores de mucho rango, no solo de Estados Unidos y Canadá, sino también algunas individualidades de varios países centroamericanos y sudamericanos. Por lo tanto, los entrenadores deberán estar muy pendientes de los sorteos de cada una de las divisiones.
Tras finalizar el torneo panamericano, regresan a La Habana los grequistas Duménigo y Pino, pues en esas divisiones Cuba ya tiene tique para la cita en la Ciudad Maravillosa. Igualmente sucederá con el librista Guevara, quien será sustituido por el bronce mundial Yowlys Bonne. Los restantes gladiadores repetirán en similar colchón.
Merced a su potencial competitivo y al claro conocimiento de que no pueden soltar el agarre para buscar proyecciones de grandes magnitudes, no deben afrontar grandes dificultades los tres luchadores del estilo libre que el pasado año fueron contratados por clubes extranjeros.
Me refiero a Bonne y a Valdés, quienes estuvieron en la Bundesliga con los equipos ASV Nendingen y Mömbris-Königshofen, respectivamente, y Liván, quien lo hizo con el Haryana Hammers, de la India, todos con excelentes números. Además, el «Gimnasta» Salas también debe aprobar el examen sin contratiempos.
Con atletas de siete provincias, la lucha cubana presenta un positivo balance de 19 medallas en Juegos Olímpicos, repartidas en siete de oro, cinco de plata y siete de bronce.