Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Para revisar las glorias del cine cubano

El 9no. Festival de Cine de Verano, diseñado para llegar a todos los rincones de la Isla, está dedicado a la celebración de significativos aniversarios del séptimo arte, a través de diversas acciones en todo el país

Autor:

Joel del Río

El año 1960 estuvo marcado por vivos testimonios sobre la acción cultural y artística del recién creado Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. En el plazo de 12 meses se crearon sucesivamente, el Departamento de Animación (enero), la Cinemateca de Cuba (febrero), el Noticiero Icaic latinoamericano (junio), la Revista de Cine Cubano (julio) y el Cine Móvil (diciembre). Y el ímpetu fundacional ocurría bajo la égida de Alfredo Guevara, cuyo centenario celebramos también en 2025. El 9no. Festival de Cine de Verano, diseñado para llegar a todos los rincones de la Isla, está dedicado a celebrar tan significativos aniversarios a través de acciones que potencian la feliz relación entre los espectadores cubanos y su cine de siempre. 

 Antes de detallar otras propuestas del Festival de Verano, son necesarias quizá unas cuantas palabras sobre aquel trascendental 1960. El Departamento de Dibujos Animados del Icaic se conformó con dibujantes y diseñadores de cierta experiencia en la publicidad y la gráfica como Jesús de Armas, Eduardo Muñoz Bachs y Hernán Henríquez, autores de algunos de los más importantes animados y carteles del cine cubano. El primer cartel cinematográfico hecho expresamente para un filme cubano del Icaic fue diseñado por Muñoz Bach, para Historias de la Revolución, y todo ello ocurría en el mismo año en que llegaron a Cuba los célebres documentalistas Joris Ivens, de Países Bajos, y Román Karmen, de la URSS, con el fin de asesorar a los jóvenes directores.

La Cinemateca de Cuba se consagró primero a la conservación del fondo fílmico y emprendió la localización de cuanto material de interés existiera sobre la historia del cine de la isla. A partir de junio también se estrena, todos los lunes, el Noticiero Icaic Latinoamericano, dirigido por Santiago Álvarez, que adquirió rápidamente mayor dinamismo informativo y aceptación popular, en su voluntad por acrecentar el conocimiento, la cultura y la información de todos los cubanos. El Noticiero se estrenó, y no por casualidad, el mismo año en que aparecía el primer número de la revista Cine Cubano (la más antigua en su perfil en América Latina), y se le confería inicial impulso a los Cine Móvil, que llevaron esta manifestación artística hasta los rincones más remotos de Cuba.

Además de colocarse una pantalla permanente en la colina Lenin, en Regla, y de reactivarse el camión de Cine Móvil en torno a las comunidades cercanas al Proyecto 23, el Festival de Cine de Verano contempla el regreso a la pantalla de algunas importantes películas del cine cubano recientemente restauradas, como la coproducción biográfica cubano-soviética, de 1986, Capablanca, dirigida por Manuel Herrera, Premio Nacional de Cine 2022, y protagonizada por César Évora, en aquel entonces uno de los actores más populares de la Isla gracias a sus desempeños en Cecilia, Amada y Un hombre de éxito.

César Évora, protagonista de la coproducción biográfica cubano-soviética, Capablanca, una de las películas recientemente restauradas que regresa a la pantalla grande. Foto: Youtube

Las copias de Capablanca fueron localizadas en el archivo Gosfilmofond, de Rusia, donde fueron encontrados también alrededor de 70 títulos cubanos en perfecto estado de conservación, con lo cual se abre una vía para la colaboración entre ambos países, pues el hallazgo permite rescatar una parte importante del cine cubano producido durante los años 60 y hasta los 80.

Además, se restrena el largometraje animado Vampiros en La Habana, de Juan Padrón, una de las pocas películas animadas cubanas, o latinoamericanas, que ha gozado de un reconocimiento mundial que también se ha cimentado, a lo largo de cuatro décadas de éxito, como la producción más comercializada internacionalmente del Icaic. El regreso a Cuba se hizo posible gracias a la recuperación de una copia original, conservada en los archivos de la Corporación Radio Televisión Española (RTVE), de Madrid.

Tercer largometraje de Juan Padrón, Vampiros… adopta como principal recurso comunicativo la parodia y el choteo, pero en lugar de aplicarlos a la contingencia y la inmediatez barrial, prefiere la caricatura de ciertos lugares comunes en varios géneros del cine clásico norteamericano como los filmes de gánsteres y de vampiros. Además, se tocan de soslayo algunos incidentes de la historia nacional (los años 30 de despotismo y las luchas antimachadistas), pero desde un dinamismo festivo que se distanciaba de la épica más espesa o rígida. 

Así, Juan Padrón se apartaba de varias tradiciones del dibujo animado cubano dirigidas sobre todo al didactismo y al público infantil, porque aquí se asumió la historia y la idiosincrasia nacionales a partir de un enfoque jocoso, juguetón, y el acercamiento al pasado republicano se verificaba desde imágenes y situaciones menos graves y pesimistas que las impuestas por otros filmes cubanos más solemnes y verosímiles. 

Pero seguramente será imposible para mí definir el valor de la película mejor que el especialista en Animación Mario Masvidal, de modo que tomo un fragmento de su crítica aparecida en la revista Cine Cubano, No. 171: «Este es un vampiro “aplatanao”, es decir, asimilado al clima y a las costumbres del país (…) y cuya condición de vampiro (de otredad, pudiéramos decir) no le impide formar familia y luchar por un orden social justo (…) ese vampiro, en fin, es una metáfora que revela la esencia ecléctica y dinámica de la identidad nacional».

Entre todas las celebraciones y los imprescindibles restablecimientos de prestigios bien ganados, en el Festival de Verano ocurrirá el estreno del documental Mijaín, dirigido por Rolando Almirante, y con fotografía de Ángel Alderete, sobre la vida del multicampeón olímpico de lucha grecorromana Mijaín López. Animados Icaic anunció la celebración del aniversario de la institución con el estreno de más de 30 cortometrajes, la realización de talleres de animación para todas las edades, y un homenaje a Mario Rivas, creador de la popular serie Fernanda, la niña detective.

Es importante aclarar, en cuanto a la distribución semanal de todas estas propuestas, que los martes y los viernes de julio y agosto se dedican al cine cubano clásico, y a los hitos más o menos recientes de nuestra cinematografía.

El Festival de Cine de Verano de este 2025 despliega sus iniciativas en todo el país. Foto: Cartel del evento.

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