Lázaro Álvarez (izquierda) mantuvo su invicto en la WSB. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:10 pm
No había presión alguna. Superiores en aval técnico y con el boleto en el bolsillo para la gran final, los invictos y monarcas exponentes Domadores de Cuba escalaron al ring este viernes para certificar la barrida contra Guerreros de México, en el segundo cartel semifinal de la V Serie Mundial de Boxeo (WSB, siglas en inglés), con sede en el Coliseo capitalino.
Y los alumnos de Rolando Acebal se portaron inhóspitos, al clavar los cuatro «dardos lanzados», ya que los aztecas no inscribieron su representante en los 81 kilogramos. Si sumamos los nueve combates efectuados entre las dos fechas, el dominio cubano fue total: ningún juez vio ganar a un púgil mexicano.
Si existía alguna preocupación, era por el debut en WSB del joven Frank Zaldívar (52 kilogramos), quien rivalizaría con el experimentado Orlando Huitzil. En este duelo no hubo exhibición de ABC boxístico. Muchos golpes tirados en las tres distancias y escasa defensa. Pero en ese «dale al que no te dio», el santiaguero sacó la mejor parte, tras cerrar mucho mejor el quinto asalto con impactos más certeros. La votación fue unánime: 3-0 (49-46, 48-47, 50-45).
En lo adelante, los favoritos púgiles locales impusieron su categoría y el axioma del boxeo: dar más y recibir menos golpes.
La ruta del viernes la continuó el bicampeón mundial Lázaro Álvarez (60), quien le ganó por tercera ocasión consecutiva a Lindolfo Delgado, pues ya lo había hecho en los Juegos Centroamericanos de Veracruz y en la fase de grupos de esta temporada. El guión no cambió: jab de derecha muy molesto, combinado con varios golpes de izquierda, fundamentalmente el swing, y preparado para ir al contrataque con impactos por dentro. Otro 3-0: doble 50-54 y un insólito 49-46 del juez B, quien lo vio perder el último round.
Luego, el titular olímpico Roniel Iglesias (69) se limitó a cumplir los 15 minutos pactados. Le dio una clase magistral a Héctor Reyes. «Mira, este swing de contragolpe, o este gancho después de tu fallido recto de derecha, o estos golpes en serie cuando tu oponente no sabe mantener la distancia o es muy lento para moverse». Esas y muchas otras cosas, le mostró el pinareño a su rival, a quien el árbitro debió hacerle conteo de protección en el quinto round. Los jueces también vieron tal superioridad y de ahí el amplio 3-0 (doble 50-44 y 50-45).
Y finalmente, Lenier Peró (+91) solo necesitó 1:20 minutos del asalto inicial para sacar de circulación al refuerzo ecuatoriano Jorge Quiñones. Swing de izquierda y gancho al mentón, acompañados de cierta «actuación» de quien los recibió, completaron la barrida cubana.
Hoy comienza la otra semifinal entre Rusia y Astaná Arlans, de Kazajstán.