El ex lanzador Ernesto «Chico» Morrilla, una figura icónica del béisbol cubano, falleció este viernes en la capital a la edad de 93 años.
Jugó en el cubano Club Fortuna y de ahí pasó a la Liga de la Florida, en Estados Unidos, donde en su primer año ganó 23 juegos, perdió nueve e impuso récord de 42 ceros consecutivos.
Militó durante 14 años como profesional en los elencos de Miami Beach, del mencionado torneo, y Diablos Rojos, de México, así como en el Habana y Cienfuegos, integrantes del clásico invernal cubano. Entonces jugó con estrellas de la estatura de Adolfo Luque y Miguel Ángel González.
Además, participó en Ligas de Nicaragua, Venezuela y Panamá, y tras su retiro trabajó en el CVD Ciro Frías, de la capital, y en el estadio Latinoamericano.
Morrilla fue además descubridor de campeones mundiales como Rodolfo «Jabao» Puente y Urbano González, y dejó una estela de simpatías y conocimientos imperecederos.
Fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias, al morir ostentaba la medalla Mártires de Barbados, que otorga el Consejo de Estado a propuesta del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), y la José María de Mendive.
El béisbol cubano pierde así a uno de sus íconos. Lleguen las condolencias a familiares y a sus amigos de la dirección del Inder y del movimiento deportivo cubano, especialmente de los seguidores del deporte nacional, el béisbol.