El incentivo es grande, más grande de lo que se piensa. Trasciende los títulos e incluso el consabido prestigio, puede que hasta sea cuestión de orgullo. Proclamarse reina del Campeonato Nacional de Ajedrez femenino bien pudiera ser suficiente para la Gran Maestra Femenina (WGM, por sus siglas en inglés) Yaniet Marrero, pero hace un par de años no integró el equipo que representó a Cuba en la Olimpiada Mundial de Estambul, Turquía, y no es secreto que tiene entre ceja y ceja regresar a la magna cita, premio que tendrá quien gane nuestra justa doméstica.
La tunera de 2324 puntos Elo asaltó la cima del torneo gracias a su victoria durante la séptima ronda ante la Maestra Internacional Femenina (WIM) Yuleisy Hernández (2227), en 66 movidas de una defensa Siciliana. Así, y llevando las piezas blancas, la medallista de oro en el tercer tablero de la Olimpiada Mundial de 2010, celebrada en Khanty-Mansiysk, Rusia, llegó a cinco unidades.
Hasta el momento va mostrando un juego bastante agresivo, a juzgar por sus cuatro triunfos, y aunque aún no hay nada decidido, no es de locos pensar en su reelección tras el mandato de 2011. Claro que tendrá soberana resistencia por parte de la legendaria Maritza Arribas (WGM-2309), diez veces investida y ahora dueña del cuarto escaño, por la derrota con trebejos oscuros frente a su homóloga Sulennis Piña (2279).
También tuvieron un buen día Yerisbel Miranda (WIM-2228) y Lisandra Ordaz (WGM-2363), victimarias de Oleiny Linares (WGM-2334) y de la Maestra FIDE Femenina (WFM) Tania Miranda (2202).
Precisamente Piña, Yerisbel, Arribas y Ordaz ocupan los puestos del dos al cinco, con 4,5 rayitas.
Después aparecen Linares y la WGM Yanira Vigoa (2321) —quien pactó el armisticio frente a Lisandra Llaudy (WIM-2260)—, ambas con cuatro puntos. En el octavo cojín descansa la propia Llaudy, amasando tres unidades.
Tania Miranda es novena, mientras Hernández ancla en el décimo atracadero, ambas con 2,5 unidades. Cierran la tabla general Yuleikis Fleites (WIM-2225) y Wendy Romero (WFM-2101), autoras de un acuerdo de paz entre ellas y poseedoras de 1,5 rayas.