Los avileños se preparan arduamente para defender la corona. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
CIEGO DE ÁVILA.— Suceda lo que suceda, la historia ya no es igual. Gane o pierda, Ciego de Ávila es hoy el Campeón Nacional y el mejor equipo de la pelota cubana. Hasta que en el terreno se demuestre lo contrario. O ratifique el trofeo ganado en medio de una explosión de júbilo, sobre todo para los que vivieron aquella noche de gloria en el estadio José Ramón Cepero.
Pero ser campeón tiene sus implicaciones. Está el público, que seguirá a los avileños con una mayor atención y exigencia que años anteriores. También están los rivales, que guardarán para el equipo de Roger Machado las mejores estrategias y los pitchers más peligrosos. Ciego de Ávila tiene rival, y aquí se sabe. Por eso, los Tigres se preparan para rugir.
«No se puede subestimar a nadie —enfatiza Pedro Ramón Gallón García, preparador físico al frente del entrenamiento del equipo—. Sin embargo, prestamos especial atención a Industriales, Las Tunas y Sancti Spíritus. Son equipos que hacen mucha presión y en ocasiones nos pusieron en aprietos. En el caso de los espirituanos no se puede obviar un fortalecimiento de su cuadro de jugadores, que pueden hacer un buen papel en la próxima serie».
No pasan por alto a Matanzas, un colectivo fuerte y con un líder inspirador como Víctor Mesa. Tampoco que la próxima temporada trae una nueva particularidad: si no clasificas en la primera etapa, pues levantas la mano y dices adiós, así seas el campeón. Y Ciego de Ávila es un equipo que comienza con dificultades hasta que logra ajustar su maquinaria con el tiempo. Pero ese lujo se acabó.
«Creemos que los muchachos pueden empezar bien y vencer la clasificatoria —dice Gallón—. Se percibe una mayor madurez y eso se ha visto en los entrenamientos. Han topado bastante. Ahora se desarrolla la II Copa Eddy Martín —con los equipos de Granma, Camagüey, Holguín y Las Tunas— y cuando ella termine sumarán 23 los topes con otras provincias. Lo que se ha buscado es fortalecer una línea de juego basada en tácticas ofensivas y agresividad».
Tampoco han dejado aparte los detalles de series anteriores. Uno de ellos es adelantar en primera para luego robar la segunda base, algo que han perfeccionado junto con las jugadas de sorpresa para los toques de bola. Sin embargo, Ciego es equipo de jugadores lentos. De ahí que algunas de sus fortalezas estén en explotar el corrido y el bateo, y la gran funcionalidad de sus atletas, junto con el equilibrio que hoy exhiben entre los jugadores regulares y los de cambio.
Entre los rostros nuevos se encuentran Rudelkis García, como receptor, y el jugador de cuadro José Ramón Alfonso; otros son los novatos Yoannis Paz (jardinero zurdo) y Ariel Díaz, quien lanza con la izquierda, transita por su último año en la categoría juvenil y despunta como una promesa.
Precisamente, la batería de lanzadores es un punto a atender por todos: por el público y rivales. A Vladimir García y Yander Guevara —incluidos en la preselección para el Clásico Mundial— los acompañarán un Maikel Folch con un buen dominio, los relevistas zurdos Mario Neyra y Raicell Poll, y un Víctor Ernesto Baró que superó la inestabilidad mostrada en la serie anterior. En la actualidad los promedios de velocidad de sus lanzamientos superan las 90 millas y se pretende utilizarlo como relevo, estabilizador o cerrador.
«Hoy no tenemos lesionados —explica Gallón—. Jugar con la chamarreta de campeón tampoco será una dificultad por la presión sicológica. Ella nunca será mayor que jugar con un Latino lleno y a favor de Industriales en la pasada final. O cuando estábamos perdiendo con Las Tunas, y cuando ganamos vimos la explosión de júbilo de los muchachos que salieron gritando: «Ahora no nos para nadie», y lo hicieron. En esta Serie saldremos a jugar al duro. Y a Ciego de Ávila la tendrán que ver».
Sabor a piña
El trabajo realizado durante el entrenamiento previo ya está dando frutos con los buenos resultados conseguidos hasta el momento por los Tigres avileños en su Copa Eddy Martin in memóriam, que por estos días desarrolla su segunda edición.
Al cierre, los hasta entonces invictos anfitriones (2-0) enfrentaban en sus predios del José Ramón Cepero a la selección Granma (1-2).
También en la jornada, y según el reporte del colaborador Abdel Dorta, el elenco de Sancti Spíritus (2-1) se impuso con un cerrado marcador de 3-2 a Camagüey (0-4), con triunfo para Nolvis Hernández, revés a la cuenta del veterano Vicyohandri Odelín, y cuadrangular salido del bate de Eriel Sánchez.