El árbitro checo Milan Labasta otra vez llevó recio a los cubanos. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 05:22 pm
Sofía.- El sueño de regresar a una final se desvaneció completamente cuando al árbitro checo Milan Labasta se le ocurrió darnos un tiro de gracia inmerecido e innecesario. Su desafortunado veredicto cortó la inspiración de los cubanos y terminó por sentenciar el triunfo estadounidense en sets corridos (25-23, 25-22, 25-23), durante la primera semifinal de la presente Liga Mundial que bajará hoy sus cortinas en esta ciudad.
Lo anterior no demerita la excelente actuación de los norteños a lo largo de todo el partido, pues para honrar a la verdad debemos reconocer que fueron superiores sobre la cancha de la Arena Armeec. Pero duele ver que un duelo tan cerrado se defina por tan malas maneras.
Solo el señor Labasta vio picar más allá del límite el balón rematado por Wilfredo León. Adentro lo marcó el juez de línea, y por bueno lo dieron todos en el escenario. Una y otra vez lo observaron los periodistas acreditados en los monitores de la sala de prensa, pero ya era demasiado tarde. Como consuelo quedaba el apoyo de todos aquellos que se cruzaban en nuestro camino y reconocían la injusticia.
Tal vez nada hubiese cambiado, como reconoció el técnico Orlando Samuels cuando los comunicadores le preguntaron sobre el tema. Sin embargo, la duda quedó lamentablemente flotando en el aire.
Se esperaba y fue un juego muy tenso entre dos equipos separados por un abismo de experiencias, y eso se notó en los momentos decisivos, cuando había que cerrar el lazo.
Aunque siempre medie la pasión, mucho más no se le podía pedir a este equipo armado a la carrera, frente a otro que se coronó hace cuatro años en Beijing y desde entonces ha rodado de forma más o menos compacta para llegar dentro de muy poco a Londres con grandes posibilidades de defender con éxito su corona.
Como lo había previsto el cuerpo técnico del equipo cubano, la brecha se abrió a través del saque y el bloqueo. Mientras Stanley y Anderson soltaban incómodos latigazos desde la línea de servicios, nuestra defensa de la net se comportaba a años luz de lo demostrado hasta el momento.
Así, estériles quedaron los 16 puntos aportados por León, los 14 de Yenry Bell, o los 11 firmados por Rolando Cepeda, pues apenas dos ataques enemigos quedaron en su terreno. Y eso a este nivel se paga muy caro.
Amén del resultado, hay que reconocer el esfuerzo realizado por este grupo que nunca pensó sobrevivir a la ronda clasificatoria, y que con su sorpresivo desempeño desató las ilusiones de millones de seguidores en la Isla.
Ahora les queda salir a pelear hoy por otro regreso: la vuelta al podio de premiaciones, siete años después de la medalla de bronce cosechada en Belgrado.
Para ello tendrán que someter a la selección local, que terminó cediendo en la otra semifinal frente a la impresionante escuadra de Polonia, también en tres parciales con marcadores de 25-23, 25-20 y 25-18.
Por cierto, que la pareja arbitral actuante en ese desafío tampoco salió bien parada, y recibió –entre otras cosas lanzadas desde las gradas- un sonoro abucheo de la afición. Sin duda, fue el arbitraje el gran protagonista de la jornada.
El partido entre cubanos y búlgaros será a las 10:30 a.m., hora de nuestro país.