Taylor Phinney dio la gran sorpresa del Mundial al conquistar el oro en la persecución individual con solo 18 años. Las cubanas Lisandra Guerra y Yumari González vuelven al entablado del BGZ Arena para tratar de dar a Cuba su primera sonrisa del Campeonato Mundial de ciclismo que se desarrolla en Pruszkow, Polonia hasta el próximo domingo.
Guerra tiene prevista la largada en el puesto 21 de entre las 26 corredoras que se disponen a comenzar la eliminación de esta exigente prueba. La jornada comprende varias tiradas en la que se eliminan las corredoras hasta la discusión de los puestos del quinto al octavo. Luego, las semifinales y la final tendrán lugar el sábado.
Por otra parte, Yumari González intentará reverdecer laureles en el scratch. Para eso debe cuidarse muy bien de la holandesa Eleonora Van Dijk, su victimaria en el campeonato de 2008 en Manchester, Inglaterra, así como de la australiana Belinda Goss y la experimentada colombiana Maria Luisa Calle.
Sorpresas en el óvaloUna jornada llena de sorpresas aconteció en el segundo día de competencias del Mundial de Ciclismo en pista que tiene por sede a la ciudad polaca de Pruszkow.
Así, el estadounidense Taylor Phinney ganó sensacionalmente la persecución individual con tiempo de 4:17.631 minutos y se convirtió en el campeón más joven entre los participantes en la lid, pues solo tiene 18 años.
Phinney había anunciado sus potencialidades como extraordinario ciclista en enero, pues en Copenhague, Dimanarca, ganó la persecución y el kilómetro contrarreloj con sólo 24 horas de intervalo durante la quinta parada de la Copa del Mundo.
Ahora tiene la oportunidad de repetir su hazaña, pues este viernes se correrá «el kilo» exactamente a una jornada de la persecución.
En esta prueba el australiano Jack Bobridge, once meses mayor que Phinney, se agenció la plata con crono de 4:20.091 minutos, mientras que el belga Dominique Cornu fue bronce al registrar 4:22.347.
Entretanto, los británicos decepcionaron en sus presentaciones. Primero Mark Cavendish, reciente ganador de la clásica Milán-San Remo, culminó séptimo en la prueba de scratch que fue ganada por el francés Morgan Kniesky.
Kniesky «flotó» en el pelotón durante las 60 vueltas de la carrera y remató sorpresivamente en el giro final al argentino Ángel Darío Colla y al austriaco Andreas Mueller, plata y bronce por ese orden.
Luego el dúo de Victoria Pendleton y Shazana Reade cedió ante el empuje de las australianas Anne Meares y Kaarle Mcculloch en la final de la velocidad por equipos. Las lituanas Gintare Gaivenyte y Simona Krupeckaite ganaron el bronce a costa de las francesas Sandie Clair y Clara Sánchez.
En el keirin masculino, el alemán Maximilian Levy se llevó las palmas, mientras que François Pervis le dio a Francia la presea de plata. El holandés Teun Mulder conquistó el bronce.
Finalmente, Gran Bretaña acarició su primer metal dorado de la justa gracias al equipo de persecución femenina. Nueva Zelanda y Australia ocuparon los puestos dos y tres por ese orden.