Se dice que una raya de más en el tigre es cosa de poca monta, pero otro triunfo de Santiago de Cuba agiganta su paso en la Serie Nacional: se fueron a Palmira y allí vencieron 4-2 a Cienfuegos.
El campeón, que supera en tres juegos ganados, por lo menos, a cada uno de los demás contendientes, bateó con discreción, pero de nuevo sus lanzadores resultaron un escudo.
Yaumier mantuvo su invicto, pero sobre todo Alberto Bicet dejó a los cienfuegueros con la boca abierta, al tolerar un sencillo en el relevo de 3,2 episodios. Seis ponches propinados por los tiradores de Antonio Pacheco, y 14 outs en las manos del inicialista José Julio Ruiz, dan cuenta de la impotencia que sufrieron los anfitriones.
Por los triunfadores, Bell y Poll pegaron dos indiscutibles per cápita. El fornido sureño Osvaldo Arias, en cambio, se atrevió a pegar dos dobles.
Otra vez ConcepciónNorberto Concepción empuñó por segunda fecha consecutiva, en sustitución de William Luis, y aportó otro jonrón a la causa de Camagüey frente a Metropolitanos.
Esta vez la joya del montículo la aportó Dariel Álvarez, con un cierre de cuatro innings sin admitir batazos de hit. El perdedor, Rigoberto Arrebato, habrá perdido la calma, víctima de cuatro anotaciones sucias.
Industriales se prodigaUn alud cayó sobre Granma, y el triunfo de Industriales deparó cuatro hits en cada caso para Tabares, Urgellés y Rudy. Tanto el novato Félix Castillo como Ebris Pablo lucieron en el papel de relevistas.
Hugo Morales —de tres, tres—- respaldó con su ofensiva a Yusef Pagés, y Matanzas se dio el lujo de vencer a Las Tunas. El ganador aceptó una carrera limpia en 6,2 innings ante los líderes del grupo C.
Gerardo Miranda fue un vengador en la lomita, Juan Carlos Torres impulsó a dos corredores, y le tocó a La Habana burlar a Holguín, cinco por cero. El vaquero en la lomita ponchó a seis contrincantes y le cedió la última entrada a Miguel Lahera.
Sobresalieron además el espirituano Ismel Jiménez, en el selecto grupo de las cinco victorias (le marcaron una inmaculada en 7,2) y otra aparición de Yolexis Ulacia, allí donde Leonis Martín pegó tres imparables.
Pinar del Río dejó al campo a Ciego de Ávila, que se precipita al abismo, sin que Vladimir García mereciera el revés.