Cuba celebra un gol contra Argentina que ponía el 1-2 al filo del medio tiempo Autor: Tomada de Sports Media Publicado: 29/09/2025 | 08:46 am
Tuvimos que esperar 12 años, 3 meses y 2 días para volver a ver a una selección cubana de futbol de cualquier categoría volver a pisar un terreno mundialista. Aquella noche en Türkiye el rival fue Portugal. Quiso el destino que el regreso fuera ante otro ogro del futbol mundial, que también es candidata a levantar la copa como aquel plantel luso hace más de una década. En Valparaíso, al otro lado de la cancha, estaba Argentina, que sin Mastuantono pero con mucho talento parecía tener un inicio idílico, hasta que en la moneda salió cruz.
El inicio era el esperado. Un balón al área terminaba siendo empujado por el delantero centro albiceleste Alejo Sarco, de la filial del Bayer Leverkusen. El fantasma de la goleada histórica comenzaba a sobrevolar, pero un momento inesperado cambiaría la película. En el minuto 9, un escape de Alessio Raballo provocó la expulsión del lateral argentino Santiago Fernández, dejando a los favoritos con 10 durante 80 minutos.
Cuba se ilusionó con el hipotético empate, y así llegaron algunas intentonas que quedaron en nada, hasta que volvió a aparecer Alejo para marcar el 2-0 que prácticamente sellaba el juego. Sin embargo, los caribeños no se amilanaron, y al borde del final del primer tiempo, un córner sacó la libreta Pedro Pablo Parreira y tras un trencito de cabeceadores y una serie de rebotes, Karel Pérez de la forma menos ortodoxa posible marcó un gol histórico, el primero para Cuba desde aquel de Maykel Reyes, también a la salida de un tiro de esquina. Fue el momento en que todo un país se ilusionó con la hazaña, pero la esperanza no fue suficiente si no se pusieron todas las cartas encima de la mesa.
El segundo tiempo fue un monologo argentino, con un plantel cubano plantado en su cancha defensiva, intentando cazar un balonazo a la distancia. La calidad y la clase albiceleste terminó imponiéndose, y un gol del talentoso Ian Subiabre en el minuto 90 dejó a Cuba tendido en la desesperanza, con un montón de sueños rotos.
Cuba tuvo una oportunidad de lujo de tocar la historia, si es que no la logró tocar en la noche de Chile. 80 minutos con un jugador de más. La pregunta que todos nos hacemos una vez sonó el pitazo final. ¿Fue un buen partido de Cuba? Desde el punto de vista cuantitativo, recibir solo tres goles ante un archifavorito no solo a ganar su grupo, sino también a ganar el mundial, es un resultado satisfactorio, además de marcar un tanto que significó el 2do gol de Cuba en la historia de estas citas. Sin embargo, desde el punto de vista cualitativo, encontramos a un equipo que no disparó ni una sola vez en la segunda mitad entre los tres palos después de intentarlo por disimiles ocasiones en los primeros 45 minutos, que se conformó con no ser goleados en vez de salir a luchar un punto histórico contra un equipo diezmado por una expulsión desde el minuto 9.
Hay una realidad que se impone. Aun y con 10 hombres, esta Argentina es una selección inmensamente superior a la cubana. La calidad individual se impone, y sobre todo el juego colectivo de un plantel albiceleste que se conoce de memoria. Partiendo de esa base se puede afirmar que un resultado tan cerrado, que incluso llegó al minuto 90 con solo un gol de diferencia en el marcador y los sudamericanos perdiendo el tiempo alrededor del banderín de córner, es un éxito para una selección tan discreta, humilde y con escaso rodaje internacional como país como la cubana. Pero también hay que quedarse con la oportunidad de oro que se perdió de cambiar la historia. Esta camada de chicos con talento, que muchos militan incluso en ligas de Europa, tenía más recursos de los vistos en la cancha, más herramientas que las que mostraron, principalmente en un insípido segundo tiempo que nos dejó un mal sabor de boca a todos.
Las circunstancias del partido nos hicieron soñar en grande, aspirar a tocar la historia, pero cuando el corazón quería mandar en el cuerpo, la conciencia se impuso bajando a los caribeños de ese cielo imaginario. Por más que gozáramos de superioridad numérica, el talento rival era absolutamente mayor al nuestro.
A la hora de poner las cosas en una balanza, la parte positiva supera a lo adverso. El equipo cubano reaccionó rápido a un tempranero gol en contra, forzando una expulsión y quedando al borde de un penal, a diferencia de otros conjuntos cubanos que en cuanto se ven debajo se desmoronan. Durante gran parte del juego Cuba le compitió de tú a tú a un plantel tan poderoso como Argentina, y de cara al resto de juegos de la fase de grupos va con una diferencia de goles más reducida de lo esperado. Jugadores que llegaron con dolencias o carencias de entrenamiento recuperaron sensaciones en el terreno de juego, y a ratos se vio a un equipo que proponía más futbol del que nos tienen acostumbrado las selecciones locales cuando saltan a terrenos internacionales.
Este miércoles, al filo de las cuatro de la tarde, los leones del Caribe se enfrentarán al otro coco, una selección de Italia que llega como actual sub campeón de la categoría, y aunque ya no sea esa generación de figuras encabezadas por Cesare Casadei, es otra de las grandes favoritas a alzarse con la copa dentro de unas 2 semanas.
En otros resultados de la jornada de este domingo, en el otro grupo de la muerte Marruecos sorprendió a otra favorita como España con victoria de dos goles por cero, mientras Brasil y México regalaron un festival de fútbol que acabó en un empate a dos tantos. En el grupo C, de Cuba, Italia venció por mínima a Australia con un solitario gol de penal en el primer tiempo, colocando a canguros y caribeños en el sótano, y a azurris y albicelestes en la cima.