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Hasta ayer, los lanzadores de Ciego de Ávila eran los más efectivos de la serie. Foto: Alex Castro

Hasta la víspera los bateadores de todo el país habían sido cautos, pero —ignoro si la pelota Conexión cambió sus vestiduras— el Señor Jonrón presentó de pronto sus credenciales en el parque avileño José Ramón Cepero, y no dejó de pavonearse hasta que siete hombres le dieron la vuelta al cuadro.

Siempre gozó de ventaja el equipo anfitrión, aunque la ofensiva de una y otra escuadra dio paso al presuroso movimiento de lanzadores relevistas, cinco cienfuegueros y tres del patio.

Con sendos batazos sobre las bardas, José Dariel Abreu produjo una carrera, y Yosvany Lazo hizo anotar a cuatro más; los dos disparos del fornido Osvaldo Arias (ahora líder con cuatro) decretaron otras dos rayitas del visitante.

Ciego, en cambio, condensó su artillería sobre tres lanzamientos que abandonaron los límites del terreno, firmados por Danny Miranda (fletó finalmente a cinco embasados), Yoelvis Fiss (cuatro para la goma) y Yaibel Tamayo.

Dirigidos por Onecio de León, los líderes del momento presentan una alineación basada en Yorbis Borroto (ss), Mario Vega (bd), Yorelvis Charles (2b), Danny Miranda (1b), Isaac Martínez (rf), Yoelvis Fiss (lf), Yaibel Tamayo (3b), Roger Machado (c) y José R. Alfonso (cf).

Antes del partido de ayer, los avileños disponían del más exquisito trabajo en la lomita, solo 1,48 carreras limpias permitidas por partido. Habían tolerado 12 anotaciones en 73 episodios, pero las siete que negoció Cienfuegos depreciaron aquella marca hasta 2,09.

Los de la piña marchaban en el cuarto lugar ofensivo (.269), a la zaga de Granma y la Isla de la Juventud (ambos con .288) y de La Habana (.282). Sus tres cuadrangulares más recientes los colocaron de súbito en el liderazgo, con siete, a despecho de lo que hiciera Las Tunas (6) en su visita a Industriales.

A la defensiva Ciego ocupa igualmente el cuarto peldaño (.979, como Santiago de Cuba), aventajado por Villa Clara (.989), así como Camagüey y Sancti Spíritus, estos últimos con .983.

Si Norberto González aparece hoy en la lomita de los sureños —descanso tiene de sobra— el único invicto de la campaña se verá sometido a un riguroso examen.

Pero la derrota forma parte de los calendarios del béisbol, así que una victoria del zurdo mundialista, en el José R. Cepero, no opacaría el buen trabajo que hasta hoy desarrollan sus anfitriones.