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Los camagüeyanos (con el balón) se han abierto paso derrochando garra en el terreno. Foto: Roberto Suárez Cuando parecía que la actual Liga Superior masculina de baloncesto pasaría a la historia como una de las más desabridas de cuantas se han efectuado, el repunte de Matanzas con el «puma» Danys Torriente ya recuperado y el nuevo ataque de los «tigres» agramontinos han coloreado súbitamente el campeonato.
Los yumurinos, subcampeones en la pasada edición, al parecer tomaron un segundo aire y en sus dos últimas salidas vencieron al monarca exponente, Ciego de Ávila (86-78), y a Santiago de Cuba (89-88) para llegar a seis éxitos (tienen cinco reveses) y situarse en la tercera plaza junto a los camagüeyanos.
Mucho ha influido en la rebeldía la recuperación del lesionado Torriente, quien marcó 34 puntos entre los dos partidos. Y es que así «el cacique» Allens Jemmott puede jugar más suelto (anotó 30 cartones en los choques citados), lo mismo que el refuerzo pinareño Ruslán Díaz, otro que empuja bastante.
Mientras, los «tigres» se beneficiaron con el increíble forfeit decretado a su favor en el último juego en la capital (los jueces de mesa no se presentaron, algo verdaderamente insólito en un «espectáculo» como este) y luego mordieron a los «búfalos» avileños por segunda vez en la Liga y séptima en la temporada (recuerden que les ganaron cinco veces en el Torneo de Ascenso) para desbordar las expectativas en torno al juego de esta noche en la ciudad de los tinajones.
Sí, porque Ciego se tambalea en el segundo puesto con balance de 7-4, y otra sonrisa agramontina —¿por qué dudarlo a estas alturas?— provocaría un abrazo entre ambas escuadras, e incluso un triple empate si los matanceros vuelven a derrotar a unos disminuidos indómitos que cierran la clasificación con apenas 2-9.
Quien no peligra en este momento desde su altura es el líder Capitalinos (9-2), que ha superado en sus tres compromisos a Guantánamo (3-8) y tratará hoy de completar la «pollona» en la sala Ramón Fonst.
