La policía de Roma parece no conocer el dicho y previendo lo peligroso de un «guardián» bien especial que se buscó un vecino de la capital italiana, lo citó bajo cargos de tener un caimán «capaz de morder la mano de un hombre» que era utilizado para proteger… su cultivo de marihuana y anestésicos. El pequeño cocodrilo, de casi un metro de largo, guardaba las drogas que su dueño dijo eran para «uso médico». Al «lagarto» lo llevaron para un centro de cuidados de animales; se desconoce lo sucedido con su amaestrador.