Todos conocemos casos de gente que habla, sonríe, llora y hasta camina profundamente dormida. Ese es el curioso caso de Lee Hadwin, un londinense de 37 años que ha estado dibujando en sus sueños desde que tenía cuatro años. Con el tiempo los garabatos en la pared se transformaron en serias obras de arte. Claro, solo cuando está dormido, porque despierto resulta ser un mediocre dibujante. Lo mejor es que sus cuadros se cotizan en miles.