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La pasión por conservar (+ Fotos)

Las cosas que nos nombran, exposición fotográfica que puede verse en la galería Jeff Art Plus, nos invita a reflexionar acerca de la importancia que le concedemos a los objetos para construir nuestra historia, en un mundo marcado por el consumo y la búsqueda de bienestar

Autor:

Marina Menéndez Quintero

El feng chui recomienda no acumular cosas en desuso; la energía en casa debe fluir cómoda, de manera limpia. Pero esa no es la práctica habitual en la mayoría de los hogares cubanos, donde guardamos objetos a veces sin valor material por nostalgia… o porque un día puedan hacernos falta.

Esa práctica, que ella cataloga como un «estado de conciencia de supervivencia», ha inspirado a la artista Lisbet Goenaga a experimentar con un proyecto fotográfico que le ha valido ser la ganadora de la beca de creación de la Galería Jeff Art Plus.  

Contentiva de un total de 14 piezas, la obra, que ella ha titulado Las cosas que nos nombran, acaba de ser inaugurada y puede disfrutarse en ese espacio del Vedado capitalino.

Precisamente, la exposición constituye parte del premio de la laureada, quien ha resultado la primera artista en disfrutarlo como parte del esfuerzo con que la institución se propone estimular a los creadores, ofreciéndoles su respaldo.

Para Lisbet, que también tiene la primicia de haber sido la primera mujer graduada en la especialidad de Dirección de Fotografía en la facultad de Medios de Comunicación Audiovisual de Radio, Cine y Televisión, se trata de todo un acontecimiento.

«Somos mucho más de las cosas que poseemos», asegura Lisbet Goenaga. Foto: Marina Menéndez

Aunque su inclinación siempre ha sido el arte pese a lo cual dedicó una década a la experiencia como fotorreportera, esta es su primera muestra personal en Cuba y lo debe a Jeff Art Plus, centro al que agradece el espíritu de colaboración, y el financiamiento sin el cual la exposición no habría sido posible. 

Quienes hemos seguido su trabajo podemos percatarnos cuánto la motiva el tiempo transcurrido, el pasado que nos cuentan los objetos que nos rodean. Ese sentimiento lo dejó plasmado en su serie: Tras el espejo, donde de algún modo rinde homenaje y recrea la vida de su abuela, usando para ello pertenencias que narran distintas épocas de su vida.

En esa misma línea, su más reciente entrega propone una reflexión acerca del apego a las cosas materiales y simbólicas «para construir nuestra historia y nuestra sensación de seguridad, en un mundo marcado por el consumo y la búsqueda constante de bienestar».

«El atesorar objetos es una gran metáfora de nuestra existencia. Es así como surge mi necesidad de crear una serie de fotografías al respecto. Nos aferramos a lo que nos hace sentir seguros: nombres, casas, personas, culturas, tradiciones, creencias. Nuestro paso por la vida se ha convertido en un acumular para ser. Si no nos apegamos a las cosas, nos sentimos perdidos. "Somos lo que tenemos", tristemente, a pesar de que venimos al mundo sin tener nada», afirma.

Numeroso público acudió a la apertura de la muestra. Foto: Marina Menéndez

La autenticidad de esa preocupación queda explicada por Lisbet cuando se le pregunta cómo pudo recopilar tantos objetos similares y en desuso para tomar cada foto.

«No tuve que buscar nada; todo estaba en mi casa: espejuelos que mi madre ha guardado por años pensando que un día podrían ser útiles; la colección de sellos postales de la infancia de mi hija menor al igual que las canicas; discos, retazos de encajes, llaves sin candados, los cubiertos plásticos que se conservan cada vez para la próxima fiesta de cumpleaños…»

Desde el punto de vista técnico, Las cosas que nos nombran respeta la tendencia de la artista a recrear lo hermoso. Con un estilo más conceptual, con el uso dramático de la luz y sus claro–oscuros, elementos que crean una metáfora poética de la imagen, no literal.

«Yo busco el infinito desde lo limitado», nos dice la artista quien, con recursos simples y comunes intenta trascender la realidad, hacer que se conviertan en otra cosa. El propósito en esta ocasión es ofrecer el mensaje mediante una mirada diáfana y transparente que por momentos invita a la alegría, sin desdeñar reflexiones más profundas como las que suscita su pieza Mi verso.

Llilian Llanes (historiadora del arte, crítica, teórica, investigadora), Douglas Pérez (artista visual), Maybel Elena Martínez (historiadora del arte, curadora, crítica de arte), y René Arencibia (Historiador del Arte, cineasta, fotógrafo) fueron los miembros del jurado, quienes otorgaron el premio entre 19 aspirantes.

La exposición puede disfrutarse hasta el 25 de junio, y permanece abierta al público de 11.00 am a 11.00 pm, de jueves a lunes. No se sabe si después de verla nos desharemos, o guardaremos con más pasión nuestras viejas cosas; aunque ella está convencida de que «lo más importante en la vida se encuentra mucho más allá de los objetos que poseemos».

 

 

Las cosas que nos nombran acaba de ser inaugurada y puede disfrutarse en la Galería Jeff Art Plus. Fotos: Obras de la artista

 

 

 

 

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