Lázaro Abrahan Pérez Suárez, filólogo hispánico ganador del premio Calendario 2022 en la categoría de Ensayo. Autor: Cortesía del autor Publicado: 31/05/2022 | 08:16 pm
Ha escrito el autor en un primer capítulo definitorio y esclarecedor que «la erótica en Martí, como el propio amor, parte desde lo telúrico». Ha dicho también que «es en la no consumación del deseo donde reside el alto carácter erótico: un erotismo nervioso y, a la vez, cargado de la más intensa sensualidad».
En el preludio hacia un texto seductor, consigue despertar la curiosidad del lector y una especie de morbo que provoca sorber de sus páginas hasta la última letra escrita.
Mucho, señora, daría… Las fibras eróticas de José Martí, es una invitación tentadora a despejar aureolas doradas y descubrir al Apóstol en su versión más natural, carnal y humana. Una propuesta apetecible, marcada por la sensibilidad de su joven creador, Lázaro Abrahan Pérez Suárez, y merecedora del premio Calendario 2022, en la categoría de Ensayo.
Es también una obra diferente sobre un tema tratado con intensidad, y al decir del mismo autor «un libro necesario». «La historiografía ha encasillado a Martí en un avatar hierático y estoico, y con ello se ha relegado la relevancia del completo “ser”, se ha corrompido su substancia. Una buena parte, una parte trascendental y humana, subyace en esa porción silenciada. Este es un libro sobre esa parte de Martí: un libro sobre sus formas de amor, sus impulsos, sus amantes, sus secretos, todo lo humano que ha querido ser silenciado y, sin embargo, jamás le fue ajeno; este es un libro que explora una erótica en su discurso poético en la que se tejen fibras de vida y fibras de verbo, vida y literatura van de la mano para crear la narrativa del Martí humano».
―¿Cómo surge la idea de escribir este ensayo?
―Los estudios sobre el erotismo como expresión humana siempre han estado en mi punto de mira. Y no quiero sonar cliché, pero Martí ha sido desde que recuerdo mi maestro y mi guía, por eso siempre lo vi más como el humano posible. Siempre me intrigó el aspecto más íntimo, ese momento desconocido por la historiografía, ese momento en el que padecía la deliciosa libertad de vivir su sexualidad y me impuse la tarea de encontrarlo debajo de todos sus entramados literarios: tras las palabras de sus biógrafos, tras sus metáforas, tras sus epístolas, crónicas, versos, apuntes…
«Existen obras que tratan la vida íntima de Martí, pero la mayoría son generales o parcializadas. Algunas se convirtieron en mis paradigmas y una vez que las descubrí necesité llevar la investigación a otro nivel de detalle, y sobre todo ir uniendo los pedazos de vida armoniosamente con las evidencias escritas que quedaron en la obra martiana y en los escritos de aquellos que lo conocieron o lo biografiaron.
«Siempre he pensado que la admiración gigante hacia la figura del Maestro ha creado de él un estereotipo hipoalergénico que cada vez se parece menos al hombre Martí. La tarea fue ardua e incompletísima, pero logré llegar a rincones de los que nadie habla, muy probablemente porque se ha decidido callar.
«¿Cómo el Martí escritor impregna de una erótica tensa y reprimida toda su obra literaria? ¿Qué expresiones encontramos de su sexualidad atormentada? ¿Cómo fue el despertar sexual del niño Martí? ¿Qué evidencias nos quedan de su adolescencia? ¿Cuántas amantes tuvo durante sus viajes? ¿Eran Martí y Manuel Mercado simplemente amigos? ¿Qué documentos han sido descubiertos en los últimos años, y qué evidencias han sido destruidas, censuradas o eliminadas a través de estos dos siglos? ¿Cuál es la verdadera historia de “La niña de Guatemala”? ¿Fue su matrimonio con Carmen uno feliz? ¿Es María Mantilla el fruto de su pasión con Carmen Mijares? ¿Cómo su poderío erótico refuerza su carácter de héroe, de libertador?
«Fleitch, Emma, Barbarita Ravenet, Blanca de Montalvo, Carolina, Rosario de la Peña, Conchita Padilla, Eloísa Agüero, Edelmira, Josefina, la hija del general G., “La niña de Guatemala”, Carmen Zayas Bazán, Sarah Bernhardt, Helen, Clemencia, Carolina, Carmen Mijares, son algunos de los nombres que descubrimos y analizamos como momentos significativos de la vida amorosa de José Martí. Algunas son grandes desconocidas en toda la historiografía martiana, y muchas tienen su momento específico dentro de la obra conservada del Apóstol».
―¿Cuán complicado resultó tratar una línea tan humana (para algunos, incluso, pecaminosa) en la obra de una figura tan sacralizada como la de José Martí?
―Es extremadamente complicado, sobre todo porque socialmente continúa siendo un tema tabú la sexualidad humana. Por eso traigo esta propuesta más desprejuiciada y totalizadora de Martí en su expresión humana.
«Sobre las fibras eróticas de José Martí se ha escrito con ganas, a veces con picardía, otras con ocultamientos. Muchas ideas sobre su más amplia extensión corporal: la sexual, son fieles referencias a todo el material acumulado sobre la etapa, otras veces solo son intentos políticos de “tapar el sol con un dedo”. Quizá por ello escribió atinadamente Raimundo Lazo: “Se puede pues, hurgar tanto en la vida pública de Martí como en su vida privada, y aquellos nos admirarán y nos conmoverán estos y en definitiva no habremos hecho sino hacer resaltar más su grandeza”».
―Al final del camino, ¿qué te resultó más interesante sobre el tema?
―Descubrir a un Martí aún más grande, más heroico, más revolucionario, en todo el sentido de la palabra. Lo más interesante fue unir todas las partes del puzzle, fue realizar este trabajo cual Sherlock Holmes, de buscar entre los trazos más olvidados aquellas verdades que se han tratado de ocultar o cambiar con el paso de los años.
―A juicio de autor, ¿cuál es el principal mérito de la obra?
―Traer a la palestra una parte de la vida del Apóstol que ha sido relegada al olvido y analizar transversalmente en su obra una erótica que por convencionalismos sociales ha sido poco estudiada.
―¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas y con qué te gustaría que se quedasen?
―Pareciera que sobre Martí todo se ha dicho y este no es más que «otro libro sobre lo mismo». Nunca puede dejar de mirarse a las figuras gigantes, para aprender a trasver más allá del mito, lo que ha pervivido de humano; porque la historia es una máquina de etiquetas que pertenece al poder, y mutila con la misma fuerza con la que exalta. En la literatura es donde mejor se encuentra la expresión de cada estado social, y la martiana trae más verdad que los cronicones y sus décadas. Ella redescubre al sujeto inmenso que fue persona terrena, a la par que espíritu, que alma, que verbo.
―¿Mucho, señora, daría… es un texto elitista?
—Es un texto en el que no pude dejar de ser filólogo ni amante de lo martiano; ambas cosas me guiaron por un camino apasionante que creará mucha polémica: unos se asombrarán, otros reirán, otros criticarán, otros tomarán la palabra para ejercer su derecho a réplica; quizá algunos hasta me cancelen o me cuestionen como escritor o investigador; sin embargo, esa polémica será lo mejor, porque traigo una obra que quiero que llame a la contestación y al diálogo; por sobre todo deseo que todos volvamos a pensar a Martí.
«Muchos tienen esa falsa idea de que los héroes verdaderos no son pecaminosos, no se dejan llevar por sus pasiones, suprimen su placer por un ideal mayor y como tal hay que pintarlo en todas las crónicas y biografías.
«Como cada época trae su propia fisonomía, nuestra mirada no es igual a la de Isidro Méndez, a quien le “parecía tan superfluo hablar de la vida amorosa de José Martí, como hablar de la cojera del que no la padece”; o la de Martínez Estrada, que sentenció que el amor sexual, la libido freudiana, era débil en Martí y que ninguna de sus formas puede encontrarse en su obra. Ni llamaremos “sexo débil” a la mujer como lo hiciera Quesada y Miranda; ni tomaremos como invariables las concepciones y pensamientos de Martí como lo hiciera Lizaso, ni lo llamaremos de “irresistible propensión” como Santovenia, ni tampoco “adúltero” como Oviedo».
―¿Qué opinión te merece que la Asociación Hermanos Saíz (AHS) distinguiera tu obra en una plataforma tan reconocida como Calendario?
―La verdad es que ha sido un privilegio enorme; la AHS me ha dado una oportunidad para que se conozca mi obra y se ha validado con la misma como una asociación abierta al diálogo y al debate. Recibir este premio ha sido un regalo tras muchos años de intentar ser publicado infructuosamente; a veces nos es muy difícil a los nuevos escritores encontrar el lugar para poder ser reconocidos.
—En la Cuba actual, ¿qué retos endurecen el camino de los jóvenes literatos?
―El mayor reto que tiene un escritor en la Cuba actual es mantener su capacidad de pensar, que de ninguna manera lo que le rodee afecte su capacidad de ser crítico, contestatario, de crear algo nuevo con las cenizas de las verdades anquilosadas. Nuestro mayor reto es seguir revolucionando el arte sacándolo de cualquier encierro en el que se encuentre.