Permanencia, memorias y complicidad

«Solo el teatro conoce de esas raras alquimias de retornar al pasado desde el tiempo y espacio presentes. Aun desafiando las trampas del embuste y el simulacro que pudiera pensarse detrás de la mascarada y el rito casi ditirámbico a que nos conmina la escena hoy, insistimos en el acto travesti, ampuloso, procaz, bellaco e inconmensurable de ser en vida representación de la memoria».

Las palabras corresponden al especialista Noel Bonilla-Chongo y con ellas su autor busca acercarnos a esas esencias, que se acumulan en más de 30 años y 15 ediciones del Festival Nacional de Teatro de Camagüey.

Sucede que con la llegada de este certamen, la otrora villa de Santa María del Puerto del Príncipe se transforma en un enorme escenario. Este año el festival tendrá lugar del 4 al 11 de octubre y nos reserva un aproximado de 30 propuestas y 90 funciones, que serán acogidas en diez espacios y cinco plazas.

El encuentro más relevante de los teatristas cubanos es una suerte de mapa-brújula que nos concede la posibilidad de cartografiar y tomarle el pulso a la producción escénica del patio en los últimos años.

Dedicado al bicentenario del natalicio de Gertrudis Gómez de Avellaneda y a los 500 años de Camagüey, el festival se desarrollará bajo el concepto curatorial Teatro: Memoria, pálpito y transferencia, con lo cual sus organizadores pretenden establecer puentes hacia ediciones pasadas, así como mostrar una selección de lo mejor y más actual del teatro facturado en los distintos territorios del país.

Bonilla-Chongo, comisionado artístico del evento, explicó en conferencia de prensa —y así lo suscribe en las palabras del programa del festival— que la estrategia curatorial agrupa en segmentos temáticos diversas propuestas escénicas: «Producciones ejemplares que significaron hito en algunas de las 14 ediciones ya pasadas y que aún forman parte del repertorio activo de grupos emblemáticos, compartirán espacio con proposiciones que apuestan por otros vocabularios expresivos y modos de espectacularización, distintos en sus relaciones con el lector-espectador».

Argumenta el especialista del Consejo Nacional de las Artes Escénicas que el sentido de esta edición «es recuperar lo que se encuentra archivado u olvidado, hablar de la realidad constante y aludir a las derivas espectaculares de la escena cubana. No será algo museístico para revivir lo que fue, sino una posibilidad para redescubrir».

El clásico El millonario y la maleta, de Gertrudis Gómez de Avellaneda, será la puesta con la que el grupo camagüeyano Teatro del Viento inaugurará el festival.

Para Freddys Núñez Estenoz, director general de ese grupo, el encuentro «forma parte del patrimonio cultural de los camagüeyanos. Varias generaciones han crecido al amparo de esta fiesta y hoy guardan para sí, imágenes, sensaciones, recuerdos; ese tímido estremecimiento que provoca el teatro cuando cala hondo en sus resistencias al tiempo».

Para este montaje, subrayó Núñez Estenoz, el texto se revisitó con la intención de mantener el espíritu del siglo XIX, en armonía con elementos de la contemporaneidad.

El dramaturgo Norge Espinosa se encargó de versionar y revisar el texto de la Peregrina, y ha escrito al respecto: «El millonario y la maleta nos deja ver a una Avellaneda que a pesar de las muchas angustias de su existencia, no olvida reír. Concebida a petición de unos amigos, actores y actrices aficionados, es una suerte de canto de cisne, en el que la respetada novelista, poetisa y dramaturga se deja llevar por los equívocos que el arte de la comedia posee como armas desde los orígenes de dicho género, y que siempre pueden dar lugar a situaciones hilarantes».

Lo que podremos ver

Intensa será la gran fiesta cubana de las artes escénicas. Entre las piezas que el público podrá disfrutar se encuentra, por ejemplo, en la categoría De la buena memoria, una propuesta deliciosa como Delirio habanero, de Teatro de la Luna, considerada por la crítica como «una puesta sencilla, estilizada, rigurosa y precisa».

En el apartado de Derivas espectaculares se presentan, entre otras, Aleja tus hijos del alcohol (merecedora de la Beca José Jacinto Milanés, que otorga la Asociación Hermanos Saíz) y Kafé verde pero dulce, en la cual se agrupan fragmentos de diversas producciones recientes.

Mientras, el segmento Pálpito y realidad incluye una amplia selección con títulos como Cuba y la noche (Estudio Teatral de Santa Clara, Villa Clara), Semen (Teatro El Portazo, Matanzas), Contigo pan y cebolla (Pinos Nuevos, Isla de la Juventud), Fíchenla, si pueden (Argos Teatro), Delantal todo sucio de huevo (Teatro D’ Dos) y Rascacielos (Teatro El Público).

A esa misma sección se adscriben las propuestas para los más pequeños: Gris (Teatro Tuyo, Las Tunas), El gato con botas (Teatro Guiñol de Camagüey), Alicia en busca del conejo blanco (Teatro de las Estaciones) y Se durmió en los laureles (Teatro Papalote), estas dos últimas de Matanzas.

En los unipersonales figuran La muchachita del mar, de Teatro de Títeres Retablos, de Cienfuegos, y Las lágrimas no hacen ruido al caer, de Mujeres fuente de creación, La Habana. A las calles y plazas retornará D’Morón Teatro, de Ciego de Ávila, con Troya (una leyenda de barro).

Y además…

Como parte del evento teórico se realizarán los encuentros temáticos de Unima y Laboratorio IBSEN, así como talleres, desmontajes de espectáculos y paneles diversos. Dedicado a reflexionar sobre la gestión de las artes escénicas en el actual contexto nacional e internacional, incluirá momentos especiales como el seminario ¿Cómo monté mis montajes?, del dramaturgo y filósofo francés Jean-Frédéric Chevallier.

Asimismo habrá mesas internacionales, foros, encuentros con la crítica y presentaciones de publicaciones. Un espacio primordial para la promoción de las escrituras emergentes será el Pitching de dramaturgia, donde los autores jóvenes encuentran y forjan, desde la exploración, nuevos caminos hacia el hecho teatral.

Rafael Pérez-Malo, vicepresidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, apuntó que habrá en esta cita otras manifestaciones artísticas. La música llegará de la mano de la cantante Luna Manzanares, quien ofrecerá un concierto en el Teatro Principal, el martes 7, a las 9:00 p.m.

Las opciones de artes plásticas incluyen las exposiciones Mural Teatral, del suizo Ernst Rudin, y la selección Rostros en la escena, de María Eugenia Bodes. A ellas se suman La luz oculta. Ecos de la psicodelia en Cuba y Transgresiones.

Tal vez, uno de los momentos más especiales en que se pondrá de manifiesto la interrelación entre las artes, venga con una versión de la pieza literaria antiesclavista Sab, de Tula, asumida por el Ballet Folclórico de Camagüey.

Como adelanto, en el programa oficial se anuncia que la venidera edición 16 del Festival de Teatro de La Habana, del 22 al 31 de octubre de 2015, se centrará en el arte de la dirección escénica y estará dedicado a Peter Brook y a los 30 años de Teatro Buendía.

Para Noel Bonilla-Chongo, no se puede pasar por alto la significación de las alianzas que se generan en un espacio tan rico de teatro. «Nuestra escena de hoy —ha asegurado— se abre a la pluralidad de sus modos de hacer y ser. Es así como el teatro cubano se reafirma como espacio de emancipación y conquista».

En esta cita habrá para todos los gustos. No lo dude, si es usted un apasionado del teatro, tome algunas pertenencias y marche rumbo a la tierra de los tinajones, donde seguramente no faltarán las sorpresas. Si por el contrario, el lector de estas líneas no se considera un entusiasta de este arte, no cierre sus horizontes a la experiencia y déjese llevar por el torrente incontenible y pasional que se genera sobre las tablas. Porque el teatro es sobre todo permanencia y complicidad.