Fito Páez estremeció el teatro Karl Marx. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
Fito Paéz había dicho 24 horas antes que sería un concierto en el teatro Karl Marx de muchos sentimientos y junto a amigos cubanos. Entonces ha sido eso y mucho más. Fueron sus canciones después de sus canciones, vistas dos décadas más acá y sin arrepentirse de lo escrito musicalmente.
«No cambiaría nada. Amo mis canciones como están hechas, porque allí me hice como hombre también. Cometí los errores que tenía que cometer y eso es muy valioso. Si no fuera por ellas, no hubiera podido hacer otras de las cuales estoy un poquito más de amigo», señaló en la antesala del concierto.
Pues sucedió lo esperado. Fito anduvo por su propio destino, pero esta vez en reverso, para mostrarnos El amor después del amor tras el paso de los años. Y lo hizo de manera doble, sin que ello rompiera estéticamente con la dramaturgia de la velada.
Disfrutamos, primero, del estreno mundial del DVD El amor después del amor. 20 años, que forma parte de las presentaciones del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. El material audiovisual, dirigido por el argentino Diego Álvarez, fue grabado el pasado 13 de octubre y se culminó en tres semanas.
Y como un ejercicio de buena práctica, Páez subió a la escena y regaló temas imprescindibles, que el público coreó, como otras tantas veces ha pasado en sus presentaciones en La Habana.
Invitó además el cantautor argentino a esa familia que tiene en la Isla y otras tierras, esa que lo conecta más allá de la música, y al cierre había compartido escenario con el roquero italiano Zucchero y el pianista y compositor cubano Robertico Carcasés.
Lleno de proyectos que lo llevan de la música al cine, del séptimo arte a la literatura —escribe una novela llamada El último vuelo de la pena y también dirige la cinta una titulada Novela—, Fito nos enseñó su mundo, ese que lo lleva a necesitar la melodía para expresarse y que lo hace eterno entre nosotros.