El Lapto de los mulatos, ensamble de madera que tiene como soporte la antigua maleta que durante décadas ha acompañado a los cubanos. Autor: Adán Iglesias Publicado: 21/09/2017 | 04:53 pm
Sui géneris puede resultar un calificativo apropiado para la más reciente propuesta de Eduardo Abela Torrás (La Habana, 1963). El artista convirtió una gran maleta de madera —similar a la que durante décadas nos acompañó en la escuela al campo— en una computadora portátil. El lapto de los mulatos se titula esta obra clave; pues desde ella se abren once «páginas web» que conforman la exposición Mécanica Popular.
Son cajas de maderas ensambladas que simulan retablos, una especie de estantería, o que también puede verse como las pantallas planas que reflejan la inventiva del cubano para encarar tiempos difíciles.
Una vez más Abela se apropia de imágenes de épocas pasadas —fotografías, grabados japoneses o los de Boloña, clásicos de la pintura gótica y del Renacimiento— para ironizar con estos tiempos.
Más allá del exquisito humor, de los pequeños textos que apoyan y orientan el discurso, se desborda aquí esa vocación del artista por coleccionar objetos del ayer que guardan historias familiares.
Con el fin de ambientar se exhiben la lupa y el monedero pertenecientes al abuelo paterno, Eduardo Abela Villarreal, (San Antonio, 1889-La Habana, 1965), creador del personaje satírico El Bobo.
El vendedor de pequeñas cosas es uno de los personajes que el artista aprecia. Está inspirado en un vendedor invidente que ofrece sus artículos en la calle 42 de Playa, del cual adquirió los tintes de ropa, las velas y estropajos que exhibe esta pieza.
Al indagar si había abandonado la plumilla, el artista respondió: «Entre mis proyectos está ilustrar un libro, donde no abandonaré el collage pues una técnica complementa la otra».
No dude usted en pasar por Villa Manuela y adentrarse en la cotidianidad del cubano desde la sutileza de la Mecánica... de Abela.