El cineasta peruano habla con JR sobre la calidad de los filmes presentados en el 30 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano
Los días de festival van llegando a su fin, y con ello se acrecienta la inquietud por conocer cuál película será este año la ganadora del Coral. Sobre la delicada tarea de escoger una obra, y emitir un juicio que recoja el sentir unánime de los miembros de la comisión evaluadora, compartió con Juventud Rebelde Francisco Lombardi, quien es, en esta ocasión, el presidente del jurado de ficción.
Es Lombardi una de las figuras más representativas del cine del continente, y también autor de una filmografía que luce títulos como Muerte al amanecer, La ciudad y los perros, La boca del lobo, Pantaleón y las visitadoras y Ojos que no ven.
A su pericia fílmica se unen, esta vez, la actriz chilena Elizabeth Menz, el director colombiano Sergio Cabrera y el actor cubano Luis Alberto García. También José Luis Castiñeira de Dios, quien es actualmente Decano de la carrera de Artes Audiovisuales del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), en Argentina.
El cineasta de Tinta roja, la cual se alzara con el Coral a Mejor Director en 2000, reflexiona sobre la calidad de las propuestas que compiten en este certamen.
«La presente edición del Festival es una selección que refleja bastante bien lo que se ha hecho durante este año en América Latina. Es una muestra muy representativa donde se pueden apreciar las diferentes tendencias que están marcando al cine hoy. A nivel de gusto y preferencias hay espacio para todo, pero en particular se puede diferenciar un nuevo tipo de películas, muy preocupadas por el tratamiento formal y por el tema del lenguaje cinematográfico. Esta clase de cine tan radical en su presentación, resulta muy duro para el público.
«También se han presentado otras cintas, que tienen un desarrollo un poco más clásico y que mantienen una línea más tradicional, aunque no por ello dejan de tener sus valores y de motivar un interés. El Festival resulta interesante en ese sentido, porque abre un abanico bastante gráfico de la actual producción latinoamericana».
—¿Cuáles cree podrían ser las claves para una buena película de ficción?
—Una obra para funcionar tiene varios caminos. Uno de los que a mí personalmente me gusta más es ese donde el filme logra conmover, y consigue que mis emociones se manifiesten durante la proyección.
«También incluyo las cintas que estimulan el intelecto, o aquellas que te sorprenden a partir de algo muy original. Esos pueden ser, indudablemente, buenos elementos para generar una película interesante. Por lo general, permanecen aquellas que logran combinar varios de estos factores».
—¿Cuál podría ser una de las dificultades que enfrenta el cine latinoamericano actual?
—Yo creo que hoy el tema está en tratar de conseguir un cine que alcance una forma original y, a la vez, logre relacionarse con el público; que es, precisamente, lo que no está aconteciendo con la filmografía latinoamericana.
«Se está produciendo mucho más de lo que se hacía antes, y vemos que casi todos los países están promoviendo políticas culturales para fomentar su producción nacional. Sin embargo, al mismo tiempo ocurre que los directores están haciendo cada uno “su película”, y estas responden más bien a búsquedas particulares, y no logran establecer vínculos con un público un poquito más amplio. Eso es preocupante, porque afecta a la mayor cantidad de cineastas del continente».
—¿En qué consiste el trabajo de seleccionar una película como ganadora de un Festival?
El reconocido director peruano Francisco Lombardi. Foto: Kaloian —La labor como jurado de este Festival es bastante llevadera, pues solo tenemos que ver tres cintas en el día, mientras que en otros hay que visionar muchas más.
El grupo de trabajo ha sido hasta el momento bastante armonioso, aunque tampoco hemos entrado a discutir los temas más ardientes.
«El trabajo es bien sencillo, la complejidad estará en lograr compatibilizar los diferentes criterios. Las películas son muy diferentes y responden a dos tendencias muy encontradas: una muy radical y ajena al público tradicional, y otra que sigue la línea más habitual; y creo que esto va a conllevar a que en el jurado se manifieste este tipo de contradicción.
«Yo soy una persona muy abierta, si dentro de ese cine radical encuentro cosas que me puedan interesar, no tengo ningún prejuicio contra eso, pero puede que para otras personas esta clase de obras sí produzcan una distancia».
—¿Qué partido tomaría entonces?
—Mi función es más bien dirigir al grupo para que todos lleguemos a un consenso, porque inevitablemente cada uno posee una apreciación diferente, y para lograr que todos armonicen hay que ser bien democrático.
«Pero también —y esto es bien importante que lo sepan los directores—, tenemos que tener presente que los premios de un festival van a corresponder a los gustos de un jurado. Y esto no es, en absoluto, un elemento objetivo para decir “mi película definitivamente es la mejor”. Eso es una utopía, y lo digo no ya como jurado sino como cineasta, porque he estado en muchos certámenes en los que he visto premios con los cuales no he estado de acuerdo. Pero ya el hecho de estar en la selección de un festival es lo que yo creo realmente amerita a la película».
—¿En qué estado se encuentra el cine peruano hoy?
—Está presentando un momento muy interesante porque se han reestablecido los premios que se daban en virtud de la ley de cine, que estaban suspendidos desde hace algunos años. La administración actual y, sobre todo, la gente que está trabajando con el ente estatal, están muy activas y han conseguido reactivar un poco el fondo. O sea, que en estos momentos estamos con una producción considerable. Yo diría que el próximo año vamos a tener entre seis u ocho películas.
—¿Alguna es suya?
—Espero que hayan dos. Una de ellas ya está terminada y se titula Un cuerpo desnudo. Son películas que estoy haciendo con fondos propios de Perú y están planteadas con muy pocos personajes y escasas locaciones. Se trata de probar con cosas distintas a las que he hecho antes, porque es lo que el presupuesto me permite en este momento.